Si tu empresa está enferma tendrá unos síntomas concretos. Puede que no les hayas dado importancia, pero al igual que pasa con las personas, la enfermedad puede acabar con la vida del paciente.
El problema es que cuando tu empresa está enferma, puede que pasen años o meses sin ofrecer ningún síntoma para luego aparecer todos de golpe. Por eso es tan importante hacer un diagnóstico periódico y así no llevarse sorpresas. Si las personas enferman, es lógico que las empresas también lo hagan. Porque cualquier organización de personas pasa por diferentes fases al igual que el ciclo de vida de un producto, y el paso del tiempo tiene efectos para todos. Lo que hoy estaba sano, mañana puede no estarlo. Y muchas veces la automedicación o el autodiagnóstico, no es una buena solución.
Lo mejor es recurrir a especialistas externos, con amplia experiencia en el tratamiento de empresas enfermas. Médicos de cabecera que sepan remitirte al mejor especialista cuando tu empresa está enferma. Para ello sigue siendo aconsejable seguir la máxima de mejor prevenir que curar porque los síntomas más habituales en cualquier empresa, son:
- Exceso de peso: la obesidad también se da en las empresas. El exceso de crecimiento, normalmente en fases de bonanza económica o sectorial, suele traer consigo un exceso de grasa, que en el caso de las empresas se traduce en gastos generales y pérdida de productividad. Adelgazar la estructura a veces no es fácil, por no hablar de los efectos secundarios que puede tener en el clima o la imagen del negocio.
- Depresión: la gran enfermedad silenciosa que padece nuestra sociedad y por lo tanto nuestras empresas. Tristeza, desánimo, incapacidad para hacer frente a cambios necesarios que hacen que los miembros de la empresa permanezcan inmóviles esperando su triste final. Una falta de motivación y de una correcta cultura de empresa puede ser la fuente del problema.
- Miopía: o la falta de visión de hacia dónde tiene que dirigirse la empresa para poder afrontar los cambios del entorno y del mercado que a buen seguro vendrán. Pensar que Internet es una moda pasajera o no entender a las nuevas generaciones de clientes, pueden ser síntomas de que tu empresa está enferma de miopía.
- Osteoporosis: la enfermedad que debilita los huesos que sustentan el cuerpo del ser humano también puede ser un síntoma de que tu empresa está enferma. En este caso lo que sustenta un negocio son las finanzas. Una adecuada estructura financiera, un amplio margen de beneficio, y unos ingresos sólidos, pueden sostener a cualquier negocio durante toda una vida.
- Trastorno bipolar: si tratas muy bien a tus clientes pero muy mal a tus empleados, entonces tu empresa está enferma. Recuerda que unos empleados motivados son la base para tener un cliente satisfecho.
- Artrosis: la enfermedad de las articulaciones, también afecta a las empresas. El tiempo desgasta todo, hasta a la roca más dura, por eso la empresa puede volverse lenta con el paso del tiempo, poco innovadora, anclada en el pasado y en la burocracia organizativa.
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