El albarán es una herramienta de gestión que confirma la entrega de una mercancía entre un proveedor y un cliente.
Enrique Martínez, economista y gestor administrativo de Gestoría Martínez Llanos.
¿Qué es el albarán?
El albarán o justificante de entrega es un documento oficial de carácter mercantil que acredita la recepción de un pedido o la presentación de un servicio entre varias partes. Este documento es elaborado por el emisor o persona que envía la mercancía. Una vez recibida, el receptor debe firmar el albarán para darle validez al documento.
¿Qué requisitos debe cumplir para que sea válido?
El contenido del albarán varía en función del país en que se emita, aunque en general debe contener los siguientes datos que demuestran la existencia de la transacción:
- Lugar y fecha de emisión del albarán
- Código o número del documento.
- Datos identificativos del comprador y del vendedor.
- Domicilio del comprador y vendedor
- Lugar y fecha de entrega.
- Firma y sello del receptor de la mercancía.
- Cantidad y descripción de los productos.
- No es requisito indispensable especificar en el albarán el precio del producto, puesto que la función del albarán no es la de justificar el pago, para ello está la factura, sino la de justificar la entrega del producto o servicio.
¿Qué tipos de albarán existen?
En función de los datos que contenga, se dividen entre albarán valorado y sin valorar:
-
- Albarán valorado: no suele ir acompañado de la factura, porque lo que contiene además de la descripción y cantidad de productos, el precio individual de cada producto, descuentos, impuestos e importe total del pedido. En este caso la facturación se hace posteriormente a la entrega del producto.
- Albarán sin valorar: va acompañado de la factura, por lo que tan solo contiene los datos relativos a la descripción y a la cantidad de productos y no deja constancia del precio de cada producto ni del precio final del pedido, ya que estos datos se especifican en la factura que acompaña a este albarán.
El uso de un tipo u otro de albarán dependerá tanto del cliente, si solicita más o menos información en el mismo, como de la política de facturación que siga el vendedor.
