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Mejorar la imagen corporativa no suele ser un prioridad para la mayoría de las asesorías. Por lo general, están más centradas en potenciar los conocimientos en su área de especialización.
Y eso está bien. Es más, es necesario.
Pero los tiempos han cambiado, y los clientes también.
En este mercado cada vez más competitivo, el boca a boca ya no es suficiente para captar y mantener una cartera adecuada de clientes.
Atrás quedaron los tiempos en los que los negocios abundaban y captar clientes era fácil.
Para lograrlo, las asesorías actuales deben aplicar técnicas modernas de marketing y fidelización de clientes.
Mejorar la imagen de marca de tu asesoría puede ser la solución para diferenciarte en el mercado y sobresalir entre la competencia. No solo te ayudará a captar nuevos clientes. Además, te ayudará a enamorarlos.
Aquí te contamos cómo.
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Cuida tu branding corporativo. Las primeras impresiones cuentan.
Sí, digan lo que digan, las primeras impresiones cuentan.
Y lo primero que van a ver de tu empresa es tu imagen corporativa.
Tu imagen corporativa debería ser coherente a los tiempos que corren y mostrar qué tipo de asesoría eres.
Piensa en lo siguiente: ¿eres una asesoría especializada en algún tipo de cliente o sector concreto? ¿Hay un rasgo que te diferencia del resto?
Un diseñador profesional especializado en branding sabrá integrar la misión, visión y personalidad de tu asesoría en una imagen corporativa que trabaje para la atracción de tus clientes.
También deberías pensar en renovar tu web. Es tu escaparate en la red.
Ten en cuenta que la forma en la que los potenciales clientes te encontrarán será, con casi total seguridad, a través de tu página web.
La página de inicio de tu web es tu escaparate, y necesitas cuidarlo al máximo para captar su atención, informarles y llamarles a la acción para que tengan en cuenta tus servicios.
¿Tu web está adaptada tu nueva imagen corporativa? ¿Está adaptada a móviles?
Ten en cuenta que las tendencias de diseño web y la forma en la que consumimos el contenido digital evoluciona muy rápidamente.
No te despistes, mantén limpios los cristales de tu escaparate.
Ya tienes una web moderna y adaptada. Ahora llénala de contenidos que interesen a tus clientes.
Es muy importante tener una buena imagen gráfica en tu web, pero los contenidos son aún más importantes.
Crear un blog es la mejor forma de mejorar la visibilidad en buscadores y de aumentar la autoridad de tu asesoría en el sector. Esto te ayudará a atraer visitantes a tu web.
Para crear un blog que funcione, debes centrarte en el usuario, no en ti.
Debes ofrecer contenidos que eduquen, entretengan o motiven a tu lectores. Que les sean de utilidad real.
Piensa en cómo puedes entregar ese valor a tus potenciales clientes. Si lo logras, te posicionarás como referencia en la mente del consumidor (lo que en marketing se llama top of mind) quien, sin duda, te tendrá en cuenta en el momento que tenga la necesidad de contratar una asesoría.
No te olvides de la imagen de tu despacho. El entorno de trabajo también cuenta.
La imagen va más allá del logo y la web. Y más cuando tu servicio sigue desarrollándose en el mundo offline.
El espacio de trabajo está cobrando cada vez más importancia a la hora de resaltar las cualidades de tu empresa y obtener mejores resultados.
No solo sirve para enamorar a los clientes cuando te visiten. También te ayudará a fidelizar a tus empleados, pues deben sentirse a gusto trabajando en tu empresa.
Al igual que con el logo y la web, tu despacho también muestra la personalidad de tu empresa.
Atrás deben quedar esa moqueta gris y las paredes repletas de archivadores de lomo ancho. Son de otra época.
Incorpora las nuevas tecnologías. Tu cliente ya lo ha hecho.
Si tu cliente está en el mundo digital, tu deberías estarlo también.
Con la entrada al mercado laboral de los millennials, la tecnología en la nube aplicada a la gestión de los negocios está a la orden del día.
Lo sabes perfectamente.
Sin embargo, una empresa que, pese a saber esto, no está adaptada a los nuevos tiempos, da una imagen anticuada. De no estar adaptada a los nuevos tiempos.
Vamos a decirlo claro, da una imagen “casposa” en cuanto a los negocios se refiere.
Incorporar tecnología en la nube tiene múltiples beneficios:
- Ahorro drástico de costes, pues no necesitarás invertir más dinero en infraestructura especial. Un simple ordenador y conexión a Internet es todo lo que necesitas.
- Acceso a tus herramientas 24/7 desde cualquier lugar. Además, podrás tener información sobre tu negocio en tiempo real.
- Actualizaciones automáticas. Te aseguras de tener la última versión del software siempre disponible.
- Tendrás conexión directa con tus clientes y empleados, mejorando así la comunicación en todo el entorno de gestión.
Mejora la comunicación con tu cliente. El servicio es lo primero.
Mantener a a tus actuales (buenos) clientes es más importante incluso que intentar captar a nuevos.
Para mantenerlos, una comunicación adecuada es esencial. Al fin y al cabo, estás ofreciendo un servicio.
Tu cliente debe percibir que recibe el servicio que está pagando.
Sabemos que Internet ha simplificado y agilizado las comunicaciones. Ahora disponemos de más canales de comunicación que nunca, pero hay canales más adecuados que otros dependiendo del cliente o del comunicado que se le quiera dar.
Elige cuál es el canal de comunicación más efectivo para comunicarte con cada uno de tus clientes. ¿Es el teléfono? ¿email? ¿en persona? ¿Whatsapp? Y no solo eso, además deberías saber cuál es el mejor momento para hacerlo.
Acordar de antemano con tus clientes la forma y horarios más adecuados para hacerlo es una gran idea.
Pero la comunicación empresa-cliente es bidireccional. Desarrolla la escucha activa para entender al usuario y aprende a entregar el servicio adecuado para cada uno de ellos.
La personalización, dentro del mundo tecnológico en en el que vivimos, es esencial para aumentar el valor de marca.
Sé más humano. No eres una máquina.
Aunque te adaptes a las nuevas tecnologías para automatizar procesos y optimizar recursos y mejorar las comunicaciones, no debemos olvidarnos que los negocios se desarrollan entre personas.
Y como tal, a las personas les gusta tratar con personas.
Si vas a automatizar emails, hazlo de tal manera que parezca escrito única y directamente para tu cliente. Si tienes que hablar por teléfono, suena natural, olvídate de argumentarios de llamada cerrados.
Intenta ofrecer cierta espontaneidad en tus comunicaciones.
Claridad y transparencia siempre. Nadie quiere asesorías opacas.
Cuanto más compartas con tus actuales y potenciales clientes, más razones les darás para que vean qué es lo que les gusta de ti.
¿Te sorprende?
Ofrecer toda la información que tus clientes necesitan de ti es una práctica que te dará credibilidad.
Explícales como trabajas, qué procesos y herramientas utilizas y quién forma parte de tu equipo.
No tengas miedo de decir lo que no va bien. Al fin y al cabo, eres una asesoría, el cliente debe percibir que le asesoras adecuadamente desde el minuto cero de vuestra relación.
Y por supuesto, sé honesto en tus comunicaciones.
Tu web es el escaparate de tu asesoría, pero no pretendas vendar duros a pesetas. Esto te hará perder credibilidad y, por consiguiente, mala reputación.
No quieres eso.
El storytelling funciona. Cuenta tu historia.
El storytelling es el arte de contar historias. Y las historias generan emociones que se retienen en la memoria.
En marketing se utiliza el storytelling para humanizar los productos y servicios.
Envolver a tu servicio de asesoría con una historia te ayudará a diferenciarte de la competencia, pues recordarán quién eres y por qué estás donde estás. Incluso les atraerá más, porque transmitirás cercanía y dedicación.
Esto te ayudará reforzar el valor de tu marca, para resaltar sus virtudes y enamorar al cliente con tu relato.
No dudes en contar tu historia. Bien contada, es igual de interesante que cualquier otra.
Utiliza las redes sociales. Pero solo si tiene sentido.
Como decíamos antes, Internet ha revolucionado la forma en la que nos comunicamos.
No, no vamos a hablar de las redes sociales como si fuera una novedad a estas alturas.
Pero te recordamos que deberías poner especial atención en la gestión de las redes sociales para comunicarte con clientes de forma adecuada.
¿A qué nos referimos con “de forma adecuada”?
En primer lugar, debes definir muy bien cuál es tu objetivo en redes. ¿Difundir tus propios contenidos? ¿Tal vez dar servicio de asesoría gratuita para atraer a clientes?
Estar por estar en las redes es un error que debes evitar. Si estás, es porque tienes cosas que aportar. Si no aportas, no estés. Así de claro.
De la misma manera, no estés en todas las redes sociales. Analiza donde se encuentra tu cliente, y céntrate en ellas.
Por lo general, Facebook y LinkedIn son las más adecuadas para llegar al cliente potencial de una asesoría. Sin embargo, y dado que cada vez apuntamos a un tipo de cliente más activo en el medio digital, no podemos olvidarnos de otras como Instagram, que podrían aportarnos aún mayor diferenciación.
Analiza qué tipo de contenidos consumen tus usuarios. También utilizarás las redes como medio de difusión de los contenidos de tu blog (si es que te has animado a crearlo).
Aplica estos 10 consejos, y verás como tu imagen corporativa mejorará drásticamente.
