
En el proceso de crecimiento de una empresa ésta atraviesa diferentes etapas que presentan situaciones y desafíos diferentes.
Para ir pasando de una a otra, hasta llegar a la meta final (la madurez), es importante estar preparando y entender qué vendrá después.
A continuación, te explicamos cada una de las fases por las que irá pasando tu negocio durante su crecimiento y los retos a los que te enfrentas.
La fase de lanzamiento comienza cuando decides que tienes una idea que podría convertirse en un negocio.
En este punto, el primer paso a dar es elaborar un plan de negocio que te permita saber si la idea es viable y, efectivamente, podría tener éxito. Se trata, por tanto, de analizar los números y el mercado.
Esta etapa es clave por lo que es importante que te hagas ciertas preguntas:
El plan de negocio debe de responder a todas estas preguntas. Revísalo una y otra vez y pide a expertos que lo analicen para comprobar que toda la información es realista.
Si el feedback es positivo, ¡adelante
Esta es la fase de mayor riesgo y estrés de un negocio, por eso muchas empresas echan el cierre. Más de la mitad, dicen los estudios, lo hacen en el primer año de vida.
En la fase start-up tendrás que vigilar muy bien los números y esforzarte al máximo para hacerte un hueco en el mercado y generar ingresos.
Los principales desafíos a los que se enfrentan los emprendedores son:
Hay veces en las que un negocio, simplemente, no funciona. Sin embargo, si has hecho bien los “deberes” en la primera y segunda etapa, las probabilidades aumentan.
En este momento, lo más importantes es:
Cuando empieces a obtener ingresos constantes y sostenidos en el tiempo, ¡habrás superado la fase de start-up y estarás listo para empezar a crecer!
Pero, ojo: cuando las ganancias aumenta, también lo hacen los competidores.
En este momento, no te dejes llevar por la emoción y vuelve siempre a tu plan de negocio. No hagas inversiones ni des pasos de los que no estés seguro.
Es importante que estés asentado, tu modelo de negocio este bien definido y tu base de clientes sea fija.
Esta etapa no está exenta de desafíos, estos son algunos de los más comunes:
Pon el foco en:
Cuando tu negocio se ha establecido firmemente en el mercado, todo funciona de manera fluida… es el momento de hacerse grandes y expandir el negocio.
Recordarás aquel momento en el que eras un start-up y la tensión volverá a ser parte de tu día a día. Y es que dar este paso es una gran apuesta. Sin embargo, ahora tienes experiencia y un negocio que sabes que funcionan.
Ten en cuenta que los desafíos a abordar serán:
Es importante seguir tu plan de crecimiento y dar pasos poco a poco. Por eso, trata de:
Cuando una empresa alcanza la etapa de madurez, las ganancias son estables gracias a todo el trabajo que se ha hecho previamente.
Aunque esta fase pueda parecer el final del camino, es habitual que las empresas sigan creciendo aunque a un ritmo más lento.
Lo más importante a tener en cuenta en este momento es:
Durante todo el proceso es necesario entender que cada negocio es diferente y que todas estas etapas son importantes porque nos preparan para la siguiente.
Podemos pasar por cada una de ellas más rápido o más lento, pero el camino es importante.
Como se suele decir: “despacio y buena letra”. Dale a tu negocio el tiempo que necesita para estabilizarse antes de pasar a la siguiente página.
Asegura tus procesos, ten claras las cuentas y analiza bien cada decisión. Siguiendo estos consejos, conseguirás ir superando fases hasta llegar a la última casilla.
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