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¿Cómo funciona el Régimen Simplificado del IVA?

¿Cómo funciona el Régimen Simplificado del IVA?
Eva Fernández

En este articulo verás:

El Régimen Simplificado del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en España es una modalidad fiscal diseñada para simplificar las obligaciones tributarias de pequeños empresarios y profesionales.

Esta alternativa ofrece una gestión simplificada del IVA, reduciendo la carga administrativa y facilitando el cumplimiento de las obligaciones fiscales para aquellos cuya facturación anual no excede ciertos límites establecidos por la ley.

Vamos a ver en qué consiste exactamente. 

¿Qué es el régimen simplificado del IVA?

El régimen simplificado del IVA es una forma de liquidar el impuesto basada en una serie de índices que se aplican a los elementos que intervienen en la actividad económica. Estos índices varían de una otra actividad en función de sus características.

El IVA de ingresos no se calcula a partir de las facturas emitidas, sino en función de aquello que utilizamos para producir.

Un autónomo que tenga un centro de estudios, por ejemplo, va a calcular la cuota de IVA anual en función del personal asalariado (número de personas y número de horas), de los metros del local y de las horas anuales que ha trabajado el titular.

Otras actividades toman también en cuenta la energía eléctrica consumida o la potencia fiscal del vehículo afecto.

Al comienzo del ejercicio, se realiza el cálculo de la cantidad anual a pagar y cada trimestre se adelanta un porcentaje de la misma.

Al final del ejercicio, al importe total del IVA anual devengado por módulos se le resta el IVA soportado en los gastos durante todo el año. A la cifra resultante, se le restan, a su vez, los pagos adelantados en los trimestres. De este modo se obtiene la cuota final.

Sin embargo, la mecánica del impuesto prevé que la cantidad a ingresar será la mayor de dos:

  • La calculada como acabamos de comentar, por diferencia entre el IVA devengado según los módulos y el IVA de los gastos del ejercicio.
  • O la que resulta de aplicar a la cuota de IVA devengado por módulos un porcentaje mínimo, que varía dependiendo de la actividad.

¿Qué Ley regula el régimen simplificado del IVA?

En España, el régimen simplificado del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) está regulado por la Ley 37/1992, del 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido.
 
Este marco legal establece las disposiciones generales y los diferentes regímenes fiscales aplicables al IVA, incluyendo el Régimen Simplificado, que está diseñado para facilitar la tributación de pequeños empresarios y profesionales cuya facturación anual se encuentre dentro de ciertos límites establecidos por la normativa vigente.
 
Requisitos para acogerse al Régimen Simplificado del IVA

Para beneficiarse de este régimen simplificado, es fundamental cumplir con ciertos requisitos:

  1. Límites: Los contribuyentes deben verificar que su facturación anual no supere el máximo de 250.000€ de facturación el año anterior ni el máximo de 250.000€ en adquisiciones e importaciones de bienes y servicios el año anterior.

  2. Actividades económicas elegibles: Este régimen está dirigido a diversas actividades económicas como comercios minoristas, hostelería, servicios de restauración, entre otros. Sin embargo, es esencial comprobar la compatibilidad de la actividad con este régimen en la normativa vigente.

  3. No haber renunciado a este régimen anteriormente ni estar excluido del sistema de estimación objetivo del IRPF.

Beneficios del Régimen Simplificado del IVA

El Régimen Simplificado del IVA brinda a pequeños empresarios y profesionales una alternativa atractiva para simplificar sus obligaciones tributarias.

Este régimen ofrece una serie de beneficios significativos que facilitan la gestión fiscal y administrativa, proporcionando una opción viable para aquellos cuya facturación anual se encuentra dentro de los límites establecidos por la ley.

A continuación, se detallan los principales beneficios que este régimen simplificado ofrece a los contribuyentes, aliviando la carga administrativa y agilizando el proceso de tributación.

  • Liquidación simplificada: en lugar de realizar declaraciones periódicas detalladas, se aplica un porcentaje sobre los ingresos obtenidos para calcular el IVA a pagar. Este porcentaje suele ser menor al IVA estándar y varía según la actividad económica.

  • Reducción de carga administrativa: al simplificar el cálculo y presentación del IVA, se reduce significativamente la carga administrativa, lo que facilita la gestión contable y fiscal para pequeños empresarios.

  • Facilidad en la tributación: los contribuyentes no tienen la obligación de desglosar el IVA soportado en sus compras y gastos, simplificando así el proceso de tributación.

¿Qué obligaciones conlleva el acogerse a este régimen?

Acogerse al Régimen Simplificado del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) conlleva una serie de obligaciones específicas para los contribuyentes. Aunque este régimen simplificado busca aliviar la carga administrativa, quienes optan por él deben cumplir con ciertas obligaciones, entre las cuales se incluyen:

1. Libro de Registro de facturas recibidas donde se anote las adquisiciones e importantes de activos fijos y, también, los datos para efectuar cualquier regulación si fuera necesario. 

2. Libro de Registro de facturas emitidas si se realiza una actividad cuyos índices o módulos se determinen teniendo en cuenta el volumen de ingresos. 

3. Todas las facturas recibidas de compras dentro de la Comunidad Europea, importaciones, operaciones con inversión de sujeto pasivo... por orden cronológico y por trimestres. 

4. Presentación de declaraciones: Aunque la tributación es más simplificada en comparación con el régimen general del IVA, los contribuyentes acogidos al régimen simplificado aún deben presentar las declaraciones correspondientes en los plazos establecidos por la Agencia Tributaria.

5. Comunicación de cambios: Es importante comunicar a la Agencia Tributaria cualquier modificación relevante en la actividad económica que pudiera afectar el cumplimiento de las condiciones o requisitos para permanecer en el Régimen Simplificado del IVA.

Cumplir con estas obligaciones es crucial para garantizar el correcto funcionamiento y la legalidad de la aplicación del Régimen Simplificado del IVA.

Cómo se calcula el régimen simplificado del IVA

Actividad: “Transporte de paquetería”.
Módulos a tener en cuenta para el cálculo del IVA: “Personal y vehículo”

  • Cuota de IVA devengado según el cálculo: 3694,77 €
  • IVA de gastos: 3375,40 €
  • Diferencia: 319,37 €
  • Para esta actividad se prevé una cuota mínima del 10% del IVA devengado: 369,48 €

Al ser esta cantidad mayor que la calculada por diferencia, será esta la cuota a ingresar, una vez se le hayan restado los pagos adelantados en los trimestres.

¿Cuál es la diferencia entre el régimen general del IVA y el régimen simplificado?

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en España tiene dos regímenes principales: el régimen general y el régimen simplificado. Estas son las diferencias clave entre ambos:

Régimen General del IVA:


1. Aplicación del impuesto: En el régimen general del IVA, los contribuyentes deben aplicar el impuesto a todas sus operaciones comerciales, tanto en ventas (IVA repercutido) como en compras (IVA soportado).

2. Deducción del IVA: Los contribuyentes pueden deducir el IVA soportado en sus compras y gastos relacionados con la actividad económica al presentar sus declaraciones periódicas, lo que les permite recuperar el impuesto pagado en estas operaciones.

3. Declaraciones detalladas: Los contribuyentes bajo este régimen deben presentar declaraciones periódicas (mensuales o trimestrales) detalladas, donde desglosan las operaciones con IVA repercutido y soportado.

Régimen Simplificado del IVA:


1. Simplificación del cálculo del impuesto: En el régimen simplificado, se aplica un porcentaje sobre los ingresos obtenidos en lugar de calcular el IVA por cada operación individual. Este porcentaje suele ser menor que el IVA estándar y varía según la actividad económica.

2. No deducción del IVA: Los contribuyentes acogidos al régimen simplificado no tienen derecho a deducir el IVA soportado en sus compras y gastos relacionados con su actividad, lo que implica que no pueden recuperar el IVA pagado en estas operaciones.

3. Menos declaraciones: En lugar de realizar declaraciones detalladas, los contribuyentes en este régimen pueden presentar declaraciones simplificadas, aplicando el porcentaje correspondiente a sus ingresos y abonando el IVA resultante.

La principal diferencia radica en la forma de calcular y liquidar el impuesto.

Mientras que el régimen general requiere un seguimiento detallado de las operaciones con IVA repercutido y soportado, el régimen simplificado facilita este proceso al aplicar un porcentaje sobre los ingresos, aunque a cambio no permite la deducción del IVA soportado en las compras.

La elección entre uno u otro depende de la actividad económica, el volumen de facturación y otras consideraciones específicas de cada contribuyente.

 

En resumen, el Régimen Simplificado del IVA en España ofrece una opción atractiva para pequeños empresarios y profesionales, permitiéndoles simplificar sus obligaciones fiscales.

Sin embargo, es crucial verificar la elegibilidad, cumplir con los requisitos y realizar los cálculos precisos para asegurar el cumplimiento adecuado de las normativas fiscales.

Consultar con un asesor fiscal calificado es fundamental para tomar decisiones informadas sobre el régimen fiscal más adecuado para cada caso específico.