La empresa familiar es un tipo de empresa con mucha tradición en España como se puede ver con grandes marcas de productos de consumo, por ejemplo Codorniu. Por otro lado está creciendo gracias a los nuevos emprendedores, que aprovechan la familia para ahorrar gastos de personal y obtener un medio de vida para todos los miembros de la empresa. Sin embargo, este tipo de de empresas cuentan con fortalezas pero también con importantes debilidades, y el motivo es el mismo: la delgada línea de división entre familia y negocio.
Muchas no suelen superar la tercera generación, normalmente por decisiones erróneas o falta de espíritu empresarial, por eso existen figuras jurídicas como el protocolo familiar, que busca asegurar la supervivencia de la empresa. Sin embargo el tema del espíritu empresarial de las nuevas generaciones es mucho más complejo al mezclarse familia, empresa, y propiedad.
La clave de la supervivencia de la empresa familiar está en manos de las nuevas generaciones y, para su integración y generación del espíritu empresarial, es aconsejable seguir el siguiente decálogo:
- Realizar periódicamente actos para los miembros de la familia, desde edades tempranas, que les permita vivir y fomentar el espíritu empresarial de la familia. Pueden ser visitas a la empresa, foros, comidas y cenas, concursos de ideas, o competiciones entre padres e hijos de todos los miembros, etc.
- Dar la oportunidad a los hijos de formarse en materias relacionadas con la empresa, pero sin obligarles a seguir una trayectoria. Es decir, dejar libertad de elección y en caso de que lo deseen darles la oportunidad de capacitarse.
- Comunicar a las nuevas generaciones de forma natural aquellas decisiones de la empresa familiar, en especial las más importantes, para hacerles partícipes de los éxitos.
- Establecer planes de carrera para cada miembro de la familia, incluso apoyando otros proyectos de emprendimiento en el seno de la familia.
- Fijar la sucesión familiar en base al nivel de capacitación y sobre todo de compromiso, inculcando así a las nuevas generaciones un sentido de meritocracia y de responsabilidad.
- Desarrollar el espíritu empresarial desde jóvenes de las nuevas generaciones a través de un programa de mentores, por parte de las generaciones anteriores que han desarrollado su carrera en la empresa familiar.
- Crear un consejo de nuevas generaciones donde puedan oír, ver y evaluar las decisiones, para ir captando la filosofía del negocio así como desarrollar su espíritu empresarial.
- Apoyar con los recursos de la empresa familiar pequeños proyectos piloto de las nuevas generaciones, para que así vayan desarrollando de forma práctica sus capacidades empresariales.
- Dar ejemplo desde los miembros que participan actualmente en la empresa familiar a las nuevas generaciones de la familia.
- Apoyar a los nuevos emprendedores que surjan dentro de la familia, colaborando con ellos y celebrando sus resultados, aunque sean al margen de la empresa familiar original.