NOTA: el término activo fijo y activo circulante, aunque existen y se utilizan, a efectos contables se han sustituido por activo no corriente y corriente. En la reforma del Plan General Contable de 2007 desaparecieron el activo fijo y el circulante, aunque todavía se usan en ámbitos económicos con el mismo significado.
Se llama activo fijo todo bien o derecho que no se adquiere para su venta sino para permanecer en la empresa, normalmente durante más de un año.
El activo fijo se compra para que sirva como medio de producción. Es activo fijo el mobiliario, las herramientas, los vehículos, la maquinaria…
No puede convertirse en dinero a corto plazo. Su finalidad no es la de ser un objeto de intercambio.
Una herramienta de trabajo, por ejemplo, se compra para hacer uso de ella y no para ponerla a la venta. Aunque la empresa se deshaga de ella antes del año, no deja de ser activo fijo, ya que su destino inicial no era su comercialización.
También puede adquirirse para que proporcione un beneficio a largo plazo, como ocurriría con un fondo de inversión.
Existen tres tipos de activos fijos:
El activo no corriente o fijo se conoce también como inmovilizado.
El inmovilizado se devalúa cada año en unos porcentajes determinados según la normativa fiscal. Eso significa que cada año su valor es menor hasta que se consideran obsoletos.
Esta disminución del valor supone un gasto para la empresa y se denomina amortización.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.