
En términos de gestión financiera, el factoring y el confirming son dos figuras clave. Como rasgo en común, ambos son un tipo de crédito comercial pero existen algunas diferencias importantes entre sí.
¡Veamos cuáles son!
El factoring es un tipo de producto financiero en el que las empresas ceden los créditos comerciales de sus clientes a una entidad financiera.
Es decir, esta última se encargará de gestionar el cobro de facturas a cambio de unos intereses y gastos de gestión.
La empresa, a cambio, cobrará las facturas antes de tiempo evitando el riesgo de insolvencia y obteniendo liquidez casi de manera inmediata.
Las partes que intervienen en el factoring o factoraje son:
Podría decirse que el confirming es lo opuesto al factoring.
El confirming es un servicio de pago a proveedores mediante el cual la entidad financiera se encarga de gestionar y pagar las facturas de los proveedores que trabajan para la empresa.
La empresa financiera, por tanto, gestiona los pagos a proveedores facilitando que estos cobren, en la mayoría de los casos, con antelación.
¿Quiénes son los implicados en este modelo?
Existen cuatro tipos de confirming diferentes:
La principal diferencia entre el factoring y el confirming es que el primero es un servicio de pago a las empresas, y el segundo un servicio de pago a los proveedores de una empresa.
Esto, por tanto, supone que el factoring beneficia a las empresas aportándole liquidez gracias al cobro adelantando; y el factoring a los proveedores que reciben antes de tiempo su dinero.
Además, con el factoring la empresa mejora la capacidad de negociar plazos con los clientes porque sabe que cobrará de manera casi inmediata. Y con el confirming, mejora la capacidad de negociación con los proveedores por tienen asegurados el pago de sus servicios.
Para entenderlo mejor, veamos dos ejemplos a continuación:
La empresa A emite una factura a la empresa B con un vencimiento superior a 30 días. Sin embargo, unos días después la empresa A necesita liquidez para, por ejemplo, hacer un pedido de materiales. ¿Qué puede hacer? Si contrata un servicio de factoring, la entidad financiera le adelantará el dinero de la factura que emitió a la empresa B. Así, cede los derechos de cobro a la entidad y esta se lleva una pequeña comisión por el “préstamo” y la gestión.
Imagina un negocio con múltiples facturas pendientes pero que no puede afrontar de manera inmediata. Si contrata un servicio de confirming, el banco o la entidad financiera se hará cargo de las deudas de la empresa con sus proveedores a cambio de una comisión.
Como ventajas del factoring podemos mencionar las siguientes:
Teniendo en cuenta que el pago medio entre empresas es de casi 80 días, el factoring nos permite obtener una liquidez inmediata. Aunque la empresa no cobrará el 100% de la factura por la comisión que se lleva la entidad financiera, disponer de dinero líquido puede ser muy positivo para la empresa.
La empresa no tendrá la necesidad de solicitar préstamos u otros servicios de crédito ya que, en general, su liquidez debería ser positiva gracias al factoring.
Realizar las gestiones necesarias para cobrar una factura puede suponer una gran cantidad de recursos y dineros. El factoring es como si externalizases la gestión, ya que serán otros los que se encargarán de cobrar tus facturas. Así, tú podrás enfocar tus esfuerzos en producir y vender.
Por otro lado, el factoring también tiene algunos inconvenientes:
A la hora de negociar las condiciones con la entidad financiera hay que prestar mucha atención. Además de una comisión por cada operación de crédito (del 2% o 3%), pueden cobrarte intereses en función del plazo de vencimiento, comisiones por costes del servicio, gastos de estudio…
Si no gestionas bien la comunicación con tus clientes, estos pueden pensar que tu empresa ha sido intervenida o que se encuentra en una situación financiera delicada.
¿Cuáles son las ventajas del confirming?
El cliente que contrata los servicios de confirming se “libra” de gestionar las facturas y el pago a proveedores, lo que puede suponer un ahorro de tiempo y recursos para la empresa. Esto, además, permitirá invertir más en la producción o venta de los servicios propios.
A la hora llegar a un acuerdo con un proveedor, si le puedes garantizar a éste el cobro de sus facturas es más probable que podáis llegar a un acuerdo más ventajoso. Es una herramienta que les ofrece seguridad y con la que, quizás, te puedan ofrecer descuentos en la factura.
El proveedor, por su parte, también se beneficia de esta modalidad ya que el cobro de su factura está asegurado.
Como desventajas para la empresa:
Al ceder el pago de los proveedores, la empresa puede llegar a perder el control de los pagos que realizan y tener problemas con su contabilidad. Por lo tanto, aunque deleguemos esta parte, es importante seguir llevando un control del dinero que entra y sale de las cuentas de la empresa. Con Anfix podrás tener una imagen en tiempo real de todas tus cuentas y eliminar posibles errores o desviaciones.
¿Conocías este tipo de productos? ¿Los utilizas en tu empresa?
Por Eva Fernández el 23 January 2023
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