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Una enmienda del gobierno a la Ley de Segunda oportunidad ha reducido el tiempo de espera para empezar a cobrar el cese de actividad de autónomos. Recordamos que el llamado “paro de autónomos” fue aprobado en el año 2010 para dar solución a las demandas de este colectivo. Para acceder a él, el autónomo debe cotizar un importe a mayores. Ese importe es un porcentaje del 2,2% calculado sobre la base de cotización, aunque tiene una reducción el primer año.
A pesar de los repetidos intentos del gobierno para fomentar esta cotización, la realidad es que el porcentaje de autónomos que la están pagando es muy pequeño. Y el motivo no es tanto la cuota a mayores que hay que abonar, sino los obstáculos que hay que vencer para reunir los requisitos que dan derecho a la prestación. El cese de actividad debe producirse por causas de fuerza mayor o por motivos económicos, técnicos, productivos u organizativos que hagan imposible seguir con la actividad. Lo normal es que se justifique con pérdidas en unos porcentajes determinados por ley (10% en dos años).
Por otro lado, el cobro de la prestación dura menos meses que el paro de un asalariado, puesto que por un año de cotización se cobran solo 2 meses, frente a los 4 que cobra un trabajador por cuenta ajena. La cuantía del subsidio es el 70% de la base por la que se viene cotizando durante los últimos 12 meses anteriores a la situación de cese.
La cotización por cese de actividad es voluntaria, excepto en el caso de autónomos que deban cotizar obligatoriamente por accidentes de trabajo y enfermedad profesional (autónomos dependientes y profesiones de riesgo). Para estos colectivos, su pago es obligatorio.
El gobierno pretende que los autónomos tengan derecho a paro desde el primer día del mes siguiente al cese de su actividad, sin tener que esperar dos meses como sucede en la actualidad. Pero este plazo se refiere tan solo al reconocimiento de la prestación, no al cobro, que no se producirá hasta un mes después. Si se trata de un autónomo dependiente, se exigirá además que no realice actividad alguna con ningún cliente desde el inicio del cobro de la prestación.
Los porcentajes de solicitudes de prestación denegadas siguen siendo altísimos (en torno al 80%); algo que no alienta a cotizar. Veremos si las nuevas medidas nos proporcionan unos indicativos más alentadores al cierre del trimestre o a la vuelta de las vacaciones de verano.