En este articulo verás:
Una empresa está formada por personas y, como ellas, pasa por diferentes etapas. Descubre en cuál se encuentra la tuya.
Miguel Figuera, emprendedor y consultor empresarial de MD Consulting
Al igual que le ocurre a las personas en su vida, las empresas pasan por una serie de etapas con unas características determinadas, desde que nacen hasta que desaparecen. A continuación analizaremos cada una de ellas, clasificadas en un total de siete:
- Fase de lanzamiento. El único objetivo de la empresa es desarrollar un producto y un servicio y encontrar el mercado más adecuado. El emprendedor debe asumir riesgos.
- Fase de crecimiento. Momento en el que la empresa empieza a vender su producto. Muchas empresas no pasan de esta etapa por aumentar los gastos de estructura por la contratación de nuevos empleados y la financiación para mantener a los clientes. Es muy importante mantener el control.
- Fase de profesionalización. El emprendedor ha de retirarse para que un gestor haga su entrada y comience su trabajo de sistematización profesional de la empresa. Puede ser un momento crítico si el emprendedor sigue en puestos ejecutivos que, en esta etapa, ya no le corresponden
- Fase de consolidación. Aquí la empresa ya casi ha alcanzado su tope, es decir, que no puede crecer más en su producto y servicio. Es el momento de pasar a la siguiente etapa.
- Fase de diversificación. Se trata de aprovechar los beneficios y la marca de las anteriores etapas para embarcarnos en nuevas aventuras empresariales, para a largar la vida útil de la empresa. Eso sí, existen los riesgos si abrimos demasiados frentes el espíritu de la empresa puede diluirse hasta perder el rumbo.
- Fase de integración. Es una solución al problema anterior, de manera que integrando rechazamos aquello que no da dinero. Debemos crear una imagen y una cultura sólida aunque existan diferentes áreas de negocio. Por tanto, centrar las diferentes áreas de la empresa en una filosofía común sin que esto suponga un único negocio.
- El declive. Pueden suceder dos cosas, o que la empresa muera o que resurja. Para que esto último ocurra, necesitamos un emprendedor en estado puro.
En resumen, vida humana y empresarial se asemejan hasta tal punto que pueden llegar a coincidir en un mismo emprendedor. De ahí la importancia de elección de los caminos, de identificar las etapas y saber cómo superarlas.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.
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