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Invertir o no invertir, esa es la cuestión

Eva Fernández

En este articulo verás:

Actualmente están apareciendo muchas opciones para invertir, tanto si eres un inversor privado profesional como si no lo eres. Muchos negocios están buscando traspaso por jubilación o por agotamiento, y eso no quiere decir que no supongan una buena oportunidad para invertir tu dinero y convertirte en autónomo y dueño de ti propio negocio.

Si ya tienes un negocio en marcha seguramente te hayas enterado de más de una ocasión para invertir en tu sector. Sin duda poder comprar un negocio en funcionamiento de la competencia puede ser una buena forma de ampliar tu cartera de clientes pero, antes de invertir, debes tener en cuenta que es difícil recuperar la inversión antes de cinco años. Y sobre todo, debes ser muy cuidadoso a la hora de evaluar el negocio que valoras comprar. Por eso te recomiendo realizar el siguiente estudio:

  1. Analizar al personal que estará al mando: son una de las piezas claves para asegurar la continuidad del negocio siempre y cuando hayan hecho una buena gestión del mismo. Características personales como la honestidad, su compromiso, la capacidad de trabajo en equipo, el liderazgo, o su experiencia, son factores claves. También la calidad y cantidad de sus contactos, sobre todo en ciertos sectores donde es difícil acceder a los clientes.
  2. Analizar el modelo de negocio: es decir la forma en que gana dinero la empresa. Sin duda una de las claves para invertir o no. Para ello hay que estudiar:
    • El tamaño y capacidad de compra del mercado.
    • Ventajas competitivas del negocio, en especial de cara a automatizar, replicar y escalar el modelo.
    • Posicionamiento en el mercado en base a su capacidad de diferenciación y barreras de entrada.
    • Plan de inversiones para el funcionamiento del negocio, de cara a saber cuánto dinero tendrás que aportar a corto plazo.
    • Clientes y proveedores claves, y cantidad de los mismos para poder diversificar ventas y compras.
    • Hacer diferentes proyecciones en base a escenarios. No es lo mismo que las ventas o los costes suban o bajen. Hay que identificar cualquier eventualidad que pueda ser crítica para el punto muerto y la rentabilidad esperada del negocio.
  3. Analizar aspectos contables, fiscales, y legales. Es lo que se conoce como duediligence. Un paso previo clave al invertir en un negocio, especialmente si tiene un histórico, para comprobar que la realidad es la que nos prometen. Es un proceso complejo por lo que tendrás que recurrir a un economista y a un abogado. De cara a analizar la realidad de la deuda y cuentas por pagar, contratos, obligaciones con Hacienda y Seguridad Social, distribución del capital, socios, etc. En resumen se trata de identificar los riesgos económicos, legales, y fiscales que pueden afectar a la decisión de invertir en el negocio.
  4. Analizar el retorno de la inversión: porque la rentabilidad será proporcional al riesgo. Por lo que debes de conocer el rendimiento previsto, el plazo de recuperación, así como la forma de salida. Y compararlo con invertir en otras opciones como fondos o acciones de empresas  cotizadas.

Por último sólo te quedaría  calcular el valor de la empresa de cara a compararlo con el importe que te solicitan para invertir. Para ello es mejor recurrir a un economista, para que aplique métodos como los múltiplos de ventas, descuento de flujos de caja, o el valor real del patrimonio neto.