La gestión de las situaciones de baja por incapacidad es algo que suele causar confusión a una gran parte de los autónomos. ¿A dónde debo dirigirme si tengo un accidente?, ¿Quién me da la baja, la Mutua o la Seguridad Social? y, sobre todo ¿puede la Mutua darme de alta?
El procedimiento
El papel de las Mutuas de Accidentes de Trabajo ha ido ganando importancia a lo largo de los años, pero hay que recordar que las atribuciones en materia de enfermedad común o accidente no laboral siguen siendo competencia de la Seguridad Social. Ante una dolencia, hay que dirigirse al centro de salud que corresponda. Si el médico de familia nos da la baja, comunicaremos la misma a la Mutua puesto que, por lo general, es la que se ocupa del pago delegado de la prestación.
La Mutua podrá llamarnos para revisión e incluso proponer un alta si su dictamen difiere del expedido por el facultativo del INSS, pero no podrá darnos de alta sin más, sino tan solo hacer una propuesta. El autónomo está obligado a acudir a las revisiones tanto del INSS como de la Mutua, pero será el profesional médico que ha dictaminado la baja quien determine también el momento del alta.
Si sufrimos un accidente de trabajo, acudiremos directamente a la Mutua, donde evaluarán nuestra situación y emitirán el parte de baja si fuera necesario. En tal caso, no será necesario acudir a la Seguridad Social en ningún momento. El médico de la Mutua se encargará del seguimiento y decicirá cuándo debe producirse el alta.
Las revisiones de las Mutuas por enfermedad común intentan evitar que una baja se prolongue más de lo que debiera. En esta línea, se prevé que estos organismos vayan ganando atribuciones, por una parte para evitar la saturación del sistema público de salud y por otra para aumentar el rigor en el control de la incapacidad, en la creencia de que muchos facultativos dictaminan las bajas con demasiada facilidad.
