¿Qué es una aduana?
Una aduana es una oficina del gobierno de un país situada en la frontera o bien en puertos, aeropuertos o estaciones de tren.
Su función es controlar las mercancías que entran y salen y cobrar los impuestos y tasas correspondientes.
Los funcionarios públicos que trabajan en la aduana se denominan agentes aduaneros.
Ellos se encargan que comprobar la legalidad de todo lo que entra y de cobrar los aranceles (tasas que hay que pagar por introducir un producto en un país).
¿Para qué sirve una aduana?
Las aduanas desempeñan varias funciones:
- Comprobar que las mercancías que entran y salen se ajustan a la legislación que establece el país. Los productos que no cumplen las normas son retenidos y el propietario puede ser sancionado.
- Controlar el tráfico de personas y de substancias ilegales: los agentes aduaneros se encargan de evitar que pase contrabando oculto (drogas, armas, obras de arte, joyas …)
- Controlar el tráfico de animales: comprobando sus vacunas y su estado de salud de se evita que entren plagas e infecciones en el país. También se evita el tráfico ilegal de animales en peligro de extinción.
- Evitar el blanqueo de capitales: en España es obligatorio declarar en la aduana si se pretende entrar o salir con 10.000 euros o más, tanto si son en metálico, cheques, moneda extranjera…
- Detectar las falsificaciones y productos “pirata”: discos, programas informáticos, ropa con marca falsa, juguetes. Los productos deben estar homologados y debidamente etiquetados.
- Proteger el medio ambiente: evitando el tráfico de substancias que puedan ser nocivas o dañinas (productos tóxicos).
- Cobrar los aranceles: la entrada de cualquier mercancía supone el pago de un impuesto que va en función de su naturaleza.
En la Unión Europea no existen las fronteras. Por lo tanto, no hay aduanas. Las personas y mercancías circulan libremente.
Solo se controla el tráfico con los países exteriores.