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¿Qué es son las contingencias comunes?

¿Qué son las contingencias comunes?

Las contingencias comunes son uno de los conceptos más importantes dentro del sistema de cotización a la Seguridad Social. Hacen referencia a aquellos riesgos que pueden afectar a un trabajador por causas ajenas a su actividad profesional, como por ejemplo una enfermedad común o un accidente que no tenga relación con el trabajo.

En términos sencillos, cuando se habla de contingencias comunes, se está hablando de protección social ante situaciones personales que impiden trabajar, pero que no derivan de la actividad laboral. La cobertura de estas situaciones se financia con las cotizaciones que mensualmente aportan tanto el trabajador como la empresa.

¿Existen variantes del término?

Aunque el concepto principal es claro, dentro del lenguaje administrativo o contable se pueden encontrar algunas variantes o matices. A veces se contraponen las contingencias comunes a las contingencias profesionales, que cubren riesgos derivados del trabajo (accidentes laborales, enfermedades profesionales). Otras veces se habla de base de cotización por contingencias comunes, que hace referencia al salario sobre el que se aplican los porcentajes de cotización.

Pero siempre que se utilice el término "contingencias comunes", se estará haciendo alusión a esa parte del sistema de protección que cubre al trabajador en situaciones personales no laborales, como una gripe, una baja médica por ansiedad o una incapacidad permanente por una enfermedad degenerativa.

¿Por qué son importantes las contingencias comunes?

Aunque pueda parecer un término técnico y lejano, lo cierto es que las contingencias comunes afectan de forma directa a tu nómina, tu seguridad social, tus derechos como trabajador y tus obligaciones como empleador o autónomo.

Imagina que te encuentras de baja médica porque has cogido una infección vírica. Esa situación no tiene relación con tu trabajo, pero durante los días que no puedas acudir, sigues necesitando ingresos. ¿Quién los paga? ¿En qué porcentaje? ¿Durante cuánto tiempo? Todas estas preguntas encuentran respuesta en el funcionamiento de las contingencias comunes.

Lo mismo ocurre si, por desgracia, una enfermedad te impide volver a trabajar de forma definitiva. En ese caso, podrías acceder a una pensión por incapacidad permanente, también derivada de contingencias comunes. Por tanto, su papel no es menor: es un eje central de la protección social en nuestro país.

¿Cómo se cotiza por contingencias comunes?

En el caso de trabajadores asalariados

Las empresas están obligadas a cotizar por sus trabajadores. La cotización por contingencias comunes se reparte entre empresa y trabajador, y se calcula como un porcentaje de la base de cotización mensual.

A día de hoy, los porcentajes son:

     
  • La empresa aporta el 23,60% de la base de cotización.
  •  
  • El trabajador aporta el 4,70%.

Ambos importes se descuentan mensualmente, y figuran en tu nómina.

En el caso de trabajadores autónomos

Los autónomos también están obligados a cotizar por contingencias comunes. En su caso, la cotización es íntegramente asumida por el propio trabajador, ya que no hay una empresa que cubra parte de la cuota.

Desde la entrada en vigor del sistema de cotización por ingresos reales, la base mínima y el tipo aplicable varían en función de los rendimientos netos. A modo orientativo, el tipo general aplicable ronda el 28,30%, que cubre las contingencias comunes junto con otros conceptos como el cese de actividad o la incapacidad temporal.

¿Qué situaciones cubren exactamente las contingencias comunes?

Cotizar por contingencias comunes no es simplemente cumplir con una obligación legal; es pagar por una serie de coberturas que pueden marcar la diferencia en momentos delicados.

Entre las prestaciones más importantes que cubren estas contingencias destacan:

     
  • Incapacidad temporal por enfermedad común o accidente no laboral.
  •  
  • Incapacidad permanente derivada de enfermedad común.
  •  
  • Jubilación ordinaria.
  •  
  • Prestaciones por maternidad o paternidad no derivadas del trabajo.
  •  
  • Prestación por riesgo durante el embarazo o la lactancia por causas no profesionales.

Todo este conjunto forma parte de lo que se considera el sistema contributivo de la Seguridad Social.

¿Qué base se utiliza para calcular las contingencias comunes?

Un punto clave para entender cómo afectan a tu día a día es conocer la base de cotización por contingencias comunes, que puede no coincidir exactamente con tu salario bruto.

La base incluye conceptos como:

     
  • Salario base.
  •  
  • Complementos salariales.
  •  
  • Pagas extra prorrateadas.
  •  
  • Retribución en especie.

Quedan excluidos otros elementos, como las horas extraordinarias, que se cotizan aparte.

¿Cómo se calcula la prestación por incapacidad temporal derivada de contingencias comunes?

Por regla general:

     
  • Primeros 3 días de baja: no se cobra.
  •  
  • Del día 4 al 15: el trabajador cobra el 60% de la base reguladora, a cargo de la empresa.
  •  
  • Del día 16 al 20: se mantiene el 60%, pero ya lo abona la Seguridad Social.
  •  
  • A partir del día 21: el importe asciende al 75%.

Esto significa que durante los primeros días podrías sufrir una merma importante en tus ingresos.

Diferencias con otras contingencias

Las contingencias comunes no deben confundirse con las contingencias profesionales, que abarcan:

     
  • Accidentes laborales.
  •  
  • Enfermedades profesionales.

Estas últimas tienen una cobertura más amplia desde el primer día, y el subsidio suele ser más elevado.

¿Qué implicaciones tienen para una empresa?

Desde el punto de vista empresarial, las contingencias comunes representan una de las principales cargas sociales. A la hora de calcular el coste total de un trabajador, no basta con mirar su salario bruto. Hay que añadir el porcentaje de cotización a la Seguridad Social.

Durante los primeros días de baja, la empresa asume parte del coste, aunque luego pueda deducírselo. Por eso, una buena gestión de recursos humanos pasa también por conocer bien cómo funcionan estas coberturas.

Y si soy autónomo, ¿cómo me afectan?

En el caso de los autónomos, la cotización por contingencias comunes es voluntaria en algunos supuestos, pero muy recomendable. Es cierto que implica un aumento en la cuota mensual, pero también abre la puerta a percibir prestaciones por incapacidad temporal o permanente.

Desde 2019, muchas de estas coberturas son obligatorias. Por eso es importante revisar bien tu alta en el RETA.

Dudas frecuentes sobre contingencias comunes

¿Puedo renunciar a cotizar por contingencias comunes?
Si trabajas por cuenta ajena, no. En el caso de los autónomos, depende del tipo de actividad, pero cada vez hay menos margen.

¿Cobraré el 100% si estoy de baja?
No necesariamente. Por contingencias comunes, raramente se alcanza el 100% desde el inicio.

¿Puedo tener más de una base de cotización?
Sí, si estás dado de alta en más de un régimen. Hay límites máximos legales que no se pueden superar.

¿Afecta a mi pensión de jubilación?
Sí. Lo cotizado por contingencias comunes es fundamental para calcular tu futura pensión.

Conclusión: por qué debes prestar atención a las contingencias comunes

Puede que el término “contingencias comunes” te suene a papeleo, burocracia o conceptos que solo maneja tu gestoría. Pero en realidad, tiene mucho que ver con tu vida, tu salud, tus ingresos y tu tranquilidad.

Cada vez que cotizas, estás protegiéndote frente a lo que pueda venir. Una enfermedad, una baja prolongada o incluso una jubilación anticipada están cubiertas —en parte— gracias a este sistema. Y tanto si trabajas por cuenta ajena como si eres autónomo, es fundamental que conozcas cómo funciona, qué te cubre y en qué medida puede marcar la diferencia.

Porque al final, entender lo que hay detrás de estos conceptos te da algo más que conocimiento: te da poder para tomar mejores decisiones en tu vida laboral y financiera.

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