¿Qué es un impuesto?
Un impuesto es un pago que se hace al gobierno y que se utiliza para afrontar los gastos públicos (sanidad, educación, seguridad, infraestructuras….).
Los impuestos pueden pagarse a la administración estatal (IVA, IRPF), autonómica (Sucesiones y Donaciones) o local (ayuntamientos: IBI).
El que paga no obtiene un beneficio personal a cambio. Lo que se recauda va destinado a la utilidad general de toda la población.
El cobro de impuestos es la forma que tiene el estado de obtener recursos y financiarse.
Tipos de impuestos
Los impuestos se dividen en dos grupos:
1. Directos
Son los que se cobran en función de las circunstancias de la persona.
Un ejemplo de impuesto directo es el Impuesto sobre la Renta, en la que el ciudadano paga en función de sus ingresos.
Los impuestos directos los cobra la Administración directamente.
2. Indirectos
Son los que pagan por igual todos los ciudadanos, independientemente de sus circunstancias.
Un ejemplo de impuesto indirecto es el IVA, que contiene todo lo que compramos.
El IVA es un impuesto que grava el consumo. A más consumo, más impuesto se paga.
Los impuestos indirectos no se pagan a la Administración. Cuando compramos no pagamos el IVA al estado. Es el negocio el que debe encargarse de recaudarlo.
Dentro de los impuestos indirectos se encuentran los Impuestos Especiales. Estos impuestos son aquellos que gravan el consumo de una serie de productos que se consideran de efectos “negativos”, como el alcohol o los hidrocarburos.
Todas las personas pagan impuestos.
Algunos se recaudan una vez al año (IBI, impuesto de circulación….). Otros se liquidan en tramos, trimestrales o mensuales. Las empresas y autónomos tienen numerosas obligaciones liquidatorias a lo largo de un ejercicio.