¿A qué llamamos sujeto pasivo?
El sujeto pasivo es la persona, física o jurídica, que ha de cumplir una obligación tributaria (la presentación o el pago de un impuesto o la comunicación de determinada información fiscal).
Sujeto pasivo y contribuyente no siempre es lo mismo. El sujeto pasivo es el obligado a la presentación. El contribuyente es el obligado a soportar el impuesto.
Podemos ver esta diferencia con un ejemplo:
Cuando una persona presenta su declaración de la Renta, la propia persona es el contribuyente y el sujeto pasivo a la vez. Se trata de un individuo que liquida, presenta y paga sus propios impuestos.
Tomemos ahora otro supuesto:
Un trabajador soporta en su nómina una retención a cuenta de su IRPF.
Cada tres meses, la empresa está obligada a ingresar en Hacienda las retenciones que practica a sus trabajadores. En este caso, los trabajadores son los contribuyentes. El dinero retenido que pasa a la Administración es suyo.
Pero el sujeto pasivo; es decir, el obligado a presentar la declaración trimestral en la que se ingresan las cantidades retenidas, es el empresario. Él es quién realiza el pago.
Desde el punto de vista de Hacienda, el sujeto pasivo es quién queda obligado por Ley a cumplir con el pago del impuesto. Por tanto, es el que contrae la deuda con la Administración y se hace responsable de su pago.
Otro ejemplo que puede ayudarnos a entender la diferencia entre contribuyente y sujeto pasivo lo encontramos en la recaudación del IVA:
Todos los consumidores somos contribuyentes a efectos del impuesto, pues todos pagamos IVA en nuestras compras. Sin embargo, los encargados de recaudar e ingresar el impuesto son los comerciantes y empresarios que venden o prestan sus servicios.
Se trata de un impuesto indirecto, todos lo soportamos, pero los sujetos pasivos son las empresas y autónomos.