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Cómo ser un líder efectivo: consejos fundamentales que puedes aplicar con éxito

Cómo ser un líder efectivo: consejos fundamentales que puedes aplicar con éxito
Eva Fernández

En este articulo verás:

Ser un buen líder no sólo significa gestionar a un número de personas; también requiere ser empático, un gran comunicador y un ejemplo para los demás. Se trata, en definitiva, de inspirar al resto del equipo.

Ocupar un puesto de este tipo es exigente y requiere trabajar duro en las capacidades profesionales y emocionales de cada uno.

Hoy en día las empresas necesitan líderes, no jefes. Aunque gestionar a un equipo, repartir tareas y supervisar es imprescindible; es importante que un encargado sea capaz de motivar e inspirar a las personas que trabajan con él. El liderazgo supone:

  • Implicar al equipo.
  • Comprender los sentimientos de cada persona y vincularlos con la visión de la empresa.
  • Entender las motivaciones de cada miembro y conectarlas con el futuro de la empresa.
  • Reunir a todo los empleados bajo objetivo común.

Alcanzar estos objetivos no es sencillo y sólo se consiguen con la experiencia y la superación personal. Por eso, para ayudarte en tu camino para ser un líder ejemplar hemos querido recopilar algunos consejos útiles.

Consejos para ser un buen líder

1. Actúa como un líder, no como un "jefe".

Si quieres ser un líder, actúa como tal.

Tú eres el corazón de la empresa y del negocio; por tanto, los empleados acudirán a ti en busca de consejos y soluciones. Debes estar siempre a la altura de las circunstancias. Si tu fallas, falláis todos.

Está en tus manos convertir tu empresa en un lugar mejor; sólo tienes que creértelo con humildad.

2. Deja lugar a los errores

El fracaso es parte del aprendizaje; esto se aplica con los niños, pero también con los adultos. Una decepción traerá más aprendizajes que cualquier éxito. Por tanto, da lugar a que tus empleados (incluido tú) se equivoquen de vez en cuando.

En lugar de penalizar los errores, haz siempre una pregunta: ¿qué has aprendido? Después, asegúrate de que ese nuevo aprendizaje se aplica en el día a día. Ser indulgente con los errores hará que tus empleados se atrevan a probar cosas nuevas. Esa experimentación habrá veces que saldrá bien y otras que saldrá mal. Pero no pasa nada.

3. Empodera a tu equipo

Si has contratado a los empleados correctos sabes qué son capaces de hacer. Es decir, confías en sus habilidades y experiencia.

Díselo. No pierdas ni un minuto.

Hazles saber que crees en ellos y dispararás su autoestima haciendo que se sientan capaces de lograr grandes cosas.

4. Compensa la crítica con el halago

A veces las cosas no salen como las hemos planeado, es normal. En ese momentos, como líder, tienes la responsabilidad de guiar a tus empleados de vuelta hacia el camino correcto. Trata de hacerlo sin derrumbar su confianza en ti y su autoestima.

Existe una técnica para dar feedback conocida como “sándwich”. Se trata, sencillamente, de rodear las críticas con halagos. Sería así:

  • Empieza con un comentario positivo.
  • Saca la parte negativa, pero siempre de manera constructiva.
  • Termina con otro halago.

5. Haz sentir al equipo parte de la empresa

Si uno se siente una parte muy pequeña de un engranaje mayor, seguramente no saque lo mejor de sí mismo. Por tanto, es importante que expliques a cada miembro del equipo cómo encaja dentro de la organización y por qué es importante su trabajo.

A todos nos gusta sentirnos parte de algo. El empleo, aunque a veces pensemos que no, es mucho más que recibir un sueldo a final de mes; es la forma de sentirnos valiosos. Haz que cada empleado se sienta importante dentro de la compañía.

6. Céntrate en el desarrollo

Como decíamos antes, un trabajo no es sólo ganar dinero. Los empleados buscan recibir mucho más de una compañía:

  • Que les ayuden a conseguir sus objetivos profesionales.
  • Aprender, crecer y aumentar su experiencia.
  • Tiempo para desarrollar nuevas aptitudes.
  • Guía y consejo de una persona experimentada.

Cuanta más importancia le des a estos aspectos y más tiempo inviertas en ayudar a tus empleados, más felices serán. Tu apoyo les hará sentirse motivados y comprometidos contigo y con la empresa. Te lo devolverán en forma de trabajo duro y nuevas ideas.

7. Deja espacio

Ser un buen líder supone reconocer la experiencia de cada miembro de un equipo y darles el espacio necesario para desarrollar su trabajo. Se supone que has contratado a los mejores profesionales en su área, confía en ellos y permíteles hacer su trabajo de la forma en la que ellos consideren mejor. Esto les ayudará a:

  • Ser creativos.
  • Probar cosas nuevas.
  • Disfrutar del éxito.
  • Aprender de los errores.

Aprende a dar un paso atrás cuando toca y reconoce que, a veces, tu empleado sabe más que tú de un área determinada.

8. Da crédito a los demás

Todos los miembros del equipo son igual de importantes para alcanzar un objetivo; por tanto, el éxito o el fracaso es de todos. Es como si sólo dieras las gracias al cocinero por una comida excelente; el camarero también ha hecho parte del trabajo.

Reconoce el trabajo de cada persona; te lo agradecerán y estarán más comprometidos con el negocio.

9. Predica con el ejemplo

Esta es la parte más importante y más difícil de ser un buen líder. Si no tienes a nadie por encima que revise tu trabajo, es importante que tú mismo mantengas un nivel de autoexigencia muy alto. Has de ser consciente de que:

  • Debes de ser un ejemplo para tus empleados.
  • Cualquier norma que establezcas debe aplicarse a ti también.
  • Si quieres que tus empleados sean puntuales y trabajen duro, tú también debes de hacerlo.

Los empleados harán lo que tú haces, no lo que tú digas.

10. Sigue aprendiendo

Hay personas que han nacido para liderar; pero las que no, también pueden adquirirlo. El liderazgo se aprende, pero tendrás que trabajar en ello. Esto supone:

  • Ser consciente de tus acciones.
  • Retarte a ti mismo cada día.
  • Recibir feedback de tus empleados y actuar en consecuencia.

Sin embargo, por encima de todo, para ser un buen líder necesitas potenciar tu empatía. Si consigues conectar con las personas que te rodean, te será mucho más fácil hacer que sientan que tú eres el guía adecuado.

Cómo ser un líder motivador

Los grandes líderes por encima de todo saben motivar a sus empleados. Las mejores y más empresas de hoy en día se basan en el talento humano, porque vivimos en la era del conocimiento no en la era industrial, donde el trabajador era un elemento más del proceso.

Hoy en día el mercado es más y más competitivo, los ciclos de vida de las empresas, los clientes y de los productos son cada vez más cortos así que la única forma de sobrevivir en el mercado no son los recursos financieros o tecnológicos, sino los humanos.

Para ello no basta con decirlo hay que saber hacerlo, es decir, conocer las claves para ser un jefe motivador. Sobre todo hay que saber promover las actitudes correctas para que el negocio consiga sus objetivos, a la vez que las personas se desarrollan y son adecuadamente retribuidas. Sea como sea todo empieza por dominar las claves para ser un jefe motivador, porque todo lo demás no servirá de nada si no se sabe ser un buen líder:

  1. Sabe comunicar la estrategia de la compañía, y para ello lo primero es tener clara la estrategia y luego saber comunicarla bien. Se consigue con un lenguaje entendible por cualquiera y que sea algo más que “ganar más dinero”.
  2. Transmitir seguridad y confianza porque si el jefe no lo hace, entonces alguien tomará el liderazgo del grupo de manera informal. Y la incertidumbre provoca en la empresa miedo y sobre todo rumores.
  3. Contagiar ilusión y optimismo porque a todo el mundo nos gusta soñar con algo grande y trabajar en un entorno positivo que saque lo mejor de nosotros.
  4. Saber dirigir a cada miembro tal y como lo necesita, según sus circunstancias personales y su carácter.
  5. Reconocer los errores porque todos somos humanos y nos equivocamos, además así podremos enseñar a nuestro equipo para que no cometa los mismos errores.
  6. Tener en cuenta las ideas y opiniones del equipo para que todos puedan aportar algo y sentirse partícipes de un proyecto  de empresa común.
  7. Ser sincero al comunicar ideas, miedos, errores, etc a nuestro equipo. La mentira sólo traerá más problemas.
  8. Marcar la meta, es decir, el destino del barco en el que van todos metidos.
  9. Reconocer los éxitos en especial aquellos que más esfuerzo han supuesto, y además celebrarlos para crear un sentimiento de grupo.
  10. Tener en cuenta las sugerencias porque de nada sirve escuchar una opinión si al final no se implementa.

Los 7 principios de la dirección de equipos

Para obtener el máximo compromiso y productividad del personal es fundamental dominar los principios de la dirección de equipos. En las manos de tus trabajadores está buena parte de la satisfacción del cliente y, para que estos estén motivados, sean productivos y sobre todo fieles a la empresa y sus valores, puedes aplicar estos consejos:

  1. Visionar: todos los empleados deben de conocer la visión del equipo, aquello que busca en los próximos años. Y una vez que sea conocida podrá ser compartida por todos siempre y cuando comprendan qué aporta su trabajo.
  2. Respetar: es la base de cualquier dirección de equipos, porque atrás quedó la época de jefes mal educados que usaban el miedo como herramienta de gestión de personas.
  3. Compartir: porque al final en la dirección de equipos todas las partes son importantes y deben de comprender que tanto los fracasos, como sobre todo los éxitos, son del equipo y no de una sola persona.
  4. Trabajar: el buen jefe se encarga de ser el ejemplo para los demás, cualquier otra forma de liderar es practicar la teoría de la dirección de equipos. Será difícil exigir el máximo esfuerzo a los trabajadores si el jefe se dedica a "vivir la vida a costa de los demás".
  5. Ayudar: todo el mundo debe de saber, que a pesar de ser responsables de sus tareas, pueden contar con tu ayuda siempre que la necesiten.
  6. Escuchar: a los trabajadores, y en especial los que están en primera línea en contacto con el cliente, porque son los que más saben sobre la empresa. Así que escuchar sus opiniones y hacerles partícipes de las decisiones, es un principio clave en la dirección de equipos.
  7. Construir relaciones: un buen equipo debe de ser como una familia, y para ello hay que construir y mantener relaciones sólidas. En la dirección de equipos puede haber diferentes formas de pensar y actuar, pero todos buscan arrimar el hombro al bien común.

 

Si quieres ser un buen líder debes de mantener siempre alerta; es fácil salirse del camino y volver a ser un jefe normal. Sin embargo, en el liderazgo es donde ocurre la magia. Un verdadero líder aprovechará la visión de la empresa para involucrar a los empleados. Conseguirá inspirar y entusiasmar al personal y el negocio, por tanto, se verá beneficiado.