El flujo de caja o cashflow en inglés, se utiliza para llevar un control del dinero efectivo que entra y sale en un negocio durante un período determinado de tiempo. Es decir, está estrechamente relacionado con la liquidez o con, lo que es lo mismo, el dinero que tienes disponible en el banco.
El flujo de caja se calcula restando los ingresos y los gastos. Si el resultado, denominado saldo o flujo neto, es positivo puedes respirar tranquilo; sin embargo, si sale negativo quizás te enfrentes algunos problemas de liquidez.
En primer lugar, porque así siempre sabrás si tienes dinero suficiente para cumplir con los pagos a proveedores, empleados… o, incluso, realizar inversiones.
El flujo de caja también te dará información valiosísima para entender mejor el mercado y el estado de tu negocio: La estacionalidad de tu sector, el proceso productivo de tus servicios o productos y cómo puedes usar estos datos para tu beneficio.
A continuación, te ofrecemos 5 claves para que tu flujo de caja siempre esté siempre bajo control y puedas tomar mejores decisiones para tu negocio:
Cada negocio es diferente; por eso, has de conocer muy bien el tuyo para ser capaz de identificar patrones y hacer previsiones.
Solo si entiendes tu negocio a la perfección, serás capaz de sacarle el máximo partido al proceso productivo. El flujo de caja de ejercicios anteriores puede ayudarte a entenderlo mejor.
Analizando los datos pasados, podrás detectar los gastos asociados a cada ciclo para estimar su coste y reservar una partida para saldar la deuda llegado el momento. Esto se aplica, por ejemplo, a la compra de materias primas u otro tipo de gastos de producción.
También podrás prepararte para afrontar épocas de mayor o menor actividad antes de tiempo.
Para mantener un flujo de caja positivo el dinero debe entrar, como mínimo, al mismo ritmo que sale. Y es que, como bien sabes, necesitas liquidez para realizar tu actividad con normalidad y, además, hacer frente a posibles gastos imprevistos y esta liquidez no siempre tiene relación con el beneficio de una empresa.
Este equilibrio puede ser más fácil de mantener si eres capaz de reducir al máximo el tiempo que tardan tus clientes en abonarte tus servicios o productos. Aunque en ciertos negocios (una tienda, por ejemplo) es automático, en muchos sectores el pago a 30, 60 o 90 días es habitual.
Quizás pienses que esto no está en tu mano pero… existen métodos para acelerar el cobro.
Con Anfix, por ejemplo, podrás saber si tu cliente ha recibido y visto la factura que le has enviado por email. Con esta información privilegiada, siempre sabrás en qué estado está y actuar en base a ello.
Del mismo modo, no pierdas ni un segundo en emitir tu factura una vez hayas terminado un proyecto. Cuando antes la envías, antes cobrarás.
Negociar no significa, necesariamente, bajar el precio de un producto o servicio; puedes conseguir otro tipo de condiciones que te resulten ventajosas. ¿Por ejemplo? Un sistema de pago que te beneficie.
Habla con tus proveedores para encontrar un modelo que os resulte cómodo a ambos pero que, especialmente, coincida con los ciclos positivos de tu negocio. Elige aquellos momentos en los que tu flujo de caja es favorable para hacer frente a los pagos.
Un almacén lleno de materia prima solo significa una cosa: liquidez inmovilizada. Y es que todo lo que has invertido ahí, no lo tendrás disponible para afrontar otro tipo de gastos.
¿Moraleja? Lleva un control de stock más exhaustivo para contar con solo lo necesario en cada momento.
Sí, sabemos que hay una línea muy delgada entre “solo lo necesario” y “me he quedado sin existencias”; Por eso es imprescindible entender bien tu negocio, tu sector y aprender de los mejores, por ejemplo de Toyota con su sistema JIT.
Pero no te preocupes, no necesitas los recursos de una gran multinacional para tener una gestión eficiente, con el módulo Gestión de Stock de Anfix podrás llevar un control en tiempo real de tu almacén y programar avisos para detectar cuándo ha llegado el momento exacto de pedir más materiales a tus proveedores.
¿Cuántas cuentas bancarias tiene tu empresa? Cuantas más tengas, más difícil será llevar un control de tu flujo de caja. Sin embargo, la tecnología te puede ayudar a unificar la información y ser datos agregados.
Con Anfix podrás tener tus cuentas centralizadas en una única plataforma, ver la información en conjunto o por separado y tener una visión en tiempo real del estado de tu negocio.
Anfix sicroniza los datos de más de 70 bancos diferentes en tiempo real para que siempre tengas el control de tu negocio desde cualquier lugar.
Uno de los retos en la gestión de una empresa es mejorar la tesorería de manera continua. Las ventas a veces se reducen y entonces la tesorería se resiente y muchas veces se está tan ocupado por atender a los clientes, que nos olvidamos de las previsiones y la gestión de la tesorería.
Por eso y para que puedas mejorar la tesorería de tu empresa, queremos darte estas ideas:
Toma el control de tu negocio a través de tu flujo de caja, un indicador que te permitirá saber en tiempo real tu capacidad para hacer frente a los gastos que genera tu actividad. Te ahorrarás preocupaciones y tomarás mejores decisiones.
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.