La empresa familiar es un tipo especial de empresa bastante habitual, ya que suele tener una estabilidad y una unión típica de las familias y eso, con los tiempos que corren, es una ventaja competitiva.
Muchos autónomos y emprendedores están incorporando hoy en día a familiares que por las circunstancias actuales, no tienen acceso al mercado laboral. Lo que al principio podía parecer una buena idea, puede convertirse en un grave problema porque es difícil separar familia y trabajo; por no hablar de que cuando hay mucha confianza entre las personas que trabajan juntas, se pueden tomar decisiones de formas menos profesional y más emocional. Por eso te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos a la hora de dirigir una empresa de este tipo:
La empresa familiar es un tipo especial de empresa que ha sido y es muy importante en España. Y no sólo por marcas históricas, como por ejemplo Codorniu, sino porque muchos emprendedores actuales están incorporando a familiares que no tienen acceso al mercado de trabajo apoyándose en la unión típica de la familia.
Eso sí, lo que al principio es una ventaja competitiva puede acabar con la empresa familiar. Se trata del delicado equilibrio entre familia y negocio, motivo por el cual la empresa familiar no suele sobrevivir a la tercera generación. La gestión y convivencia diaria hace que se mezclen tres ámbitos que deberían de ser independientes: familia, empresa, y propiedad, dando lugar a la toma de decisiones erróneas por basarse en el corazón en vez de la razón:
Por todo esto, el protocolo familiar viene a resolver esos problemas y muchos otros mediante acuerdos que incluyen un código de conducta para resolver las diferencias. Qué hacer en casos de divorcio del matrimonio fundador, así como establecer normas y directrices para los casos de sucesión o de incorporación de familiares a la empresa, por ejemplo. El protocolo es firmado por todos los miembros de la empresa familiar, socios actuales y futuros, donde se incluyen pactos con fuerza moral y contractual (entre la familia e incluso hacia terceros como los recogidos en estatutos sociales). A pesar de su importancia, no existe un modelo único comúnmente aceptado, así que cada empresa tendrá que redactar el suyo en base a su situación personal entre familia, socios, y empresa. Sin embargo para cubrir casos de divorcio o separación es habitual complementar el protocolo con capitulaciones matrimoniales que establezcan qué pasa con los bienes gananciales.
La clave de la supervivencia de la empresa familiar está en manos de las nuevas generaciones y, para su integración y generación del espíritu empresarial, es aconsejable seguir el siguiente decálogo:
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.