

Si algo hemos aprendido durante la crisis es que la financiación para empresas no es infinita, de hecho hoy en día vivimos una sequía de crédito bancario.
Todavía recuerdo cómo en el 2006, cuando era director financiero bastaba con ser promotor inmobiliario para obtener un crédito sin casi garantías ni documentación. Pero eso ya es historia económica de España, se acabó crecer en base al crédito fácil y barato. Ahora toca buscarse las habichuelas y ahorrar al máximo, como por ejemplo usando un programa de facturación gratuitos.
Actualmente hay que saber vender muy bien y ser muy prudente a nivel financiero sino será casi imposible poder presentar una cuenta de resultados “digna” para solicitar un préstamo para nuestro negocio. Recuerda que un banco no sólo necesita saber cómo vas a devolver el importe de la financiación, sino que además tiene que ver que tu endeudamiento no es excesivo (puedes leer más sobre estos temas en anteriores post cómo reducir gastos y cómo ser más rentable). Sólo así podrás tener la suficiente independencia financiera para no sufrir los caprichos del banco de turno, al no querer renovarte la línea de crédito.
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Tanto si eres una empresa existente como si eres un emprendedor, tienes que evitar cometer ciertos errores al solicitar financiación porque si la situación es ya difícil, imagínate si además cometes algún fallo que haga saltar todas las alarmas de tu banco o inversor. Los errores más habituales en financiación para empresas son:
1. No tener un buen plan de negocio: Cualquier prestamista o inversor quiere ver cómo vas a generar el suficiente efectivo como para devolver la financiación solicitada. Y aunque como emprendedor entiendo que la fe y el entusiasmo son fundamentales, un financiero sólo quiero ver balances y documentos que acrediten todo lo que dices.
2. No conocer el mercado: en una situación como la actual sólo un buen producto o servicio que se adapte a las necesidades del mercado y que sea superior a la competencia, podrá tener un éxito.
3. No tener suficiente experiencia: los financieros sabemos que más vale experiencia en un sector que mucha financiación o entusiasmo. Si tú y tu equipo tenéis experiencia en el negocio, será más fácil que puedas navegar por las aguas revueltas de la crisis. Por lo que serás más capaz de devolver el importe financiado.
4. Ser optimista en previsiones de ventas, resultados, y tesorería: este error es de los más graves a la hora de buscar financiación para empresas. Porque demuestra dos cosas: primero que no eres prudente a nivel financiero y segundo que no conoces ni el mercado.
5. No aportar contratos o precontratos con clientes: lo que quiere un financiero son datos y si ya tienes contratos que justifiquen cómo vas a devolver lo prestado, mejor que mejor. Ten en cuenta que es más fácil pedir financiación para empresas que están creciendo en clientes que para aquellas que pierden ventas y cuota de mercado.
6. No tener un buen equipo de profesionales: tu equipo tiene que tener experiencia y conocimiento del mercado pero, si además cuentas con un financiero de corte tradicional, mejor que mejor. Tu prestamista verá que hay una persona que “velará” por el buen uso de la financiación.
7. No aportar dinero propio: el argumento es muy sencillo, ¿si tu no apuestas por tu empresa por qué tendría que hacerlo otro?
8. Engañar para obtener la financiación: aunque pueda ser tentador de cara a tener más posibilidades, evítalo salvo que seas un “mago de las finanzas”. Los programas informáticos de los bancos realizan numerosos cálculos y cruces, por lo que es difícil que no detecten cualquier tipo de engaño. Además, al estudiar operaciones de financiación es habitual consultar registros para contrastar información aportada, como por ejemplo el RAI o el Registro Mercantil.