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¿Cómo saber si tu negocio necesita financiación?

¿Cómo saber si tu negocio necesita financiación?
Eva Fernández

En este articulo verás:

Solicitar o no solicitar financiación, esa es la cuestión. En determinados momentos de la vida de un negocio siempre se plantea esta pregunta. ¿Cómo saber si realmente es necesario pedir un crédito o algún otro modelo de financiación alternativo?

Saber si tu negocio necesita financiación es crucial para mantener su salud financiera y apoyar su crecimiento y desarrollo.

Identificar las señales que indican la necesidad de financiamiento puede ayudarte a tomar decisiones informadas sobre cómo manejar tus recursos financieros. 

Te compartimos las claves para responder a esta pregunta.

7 síntomas de que tu negocio necesita financiación

Si se dan alguna de estas situaciones, es muy probable que tu negocio necesite financiación. O que al menos sea la mejor solución en ese momento.

1. La “caja” está vacía

Cuando el efectivo brilla por su ausencia es que la empresa tiene un problema de liquidez. Esto se puede dar por diferentes motivos aunque los más habituales son estos dos:

  • No se están produciendo las ventas esperadas.
  • Los clientes se están retrasando en los pagos.

2. No sabes si podrás pagar a tus empleados o tus proveedores

Cuando un mes no tienes la certeza de que vayas a poder a hacer frente a sus deudas es que tus gastos superan a tus ingresos. Este desequilibrio puede traer grandes problemas a la empresa.

Y es que el incumplimiento de pagos puede tener consecuencias negativas para la reputación de tu negocio y su capacidad para mantener relaciones comerciales sólidas a largo plazo.

3. Necesitas comprar materia prima

Quizás estás pendientes de ciertos pagos que te generarán nuevos ingresos; sin embargo, para poder continuar tu actividad, necesitas comprar materia prima.

4. Quieres hacer crecer tu negocio

Si estás planeando expandir tu negocio, ya sea abriendo una nueva ubicación, lanzando un nuevo producto o servicio, o invirtiendo en marketing para aumentar tu alcance, es probable que necesites financiación para respaldar estas iniciativas.

La expansión puede requerir una inversión significativa de capital, y obtener financiación puede proporcionarte los recursos necesarios para hacer crecer tu negocio de manera efectiva.

5. Cuando tus clientes se retrasan en el pago de facturas

Cuando el impago de facturas es sistemático y se acumula en el tiempo la viabilidad del negocio puede verse en peligro. El crédito permite garantizar la continuidad de la actividad hasta que se cobren dichas facturas.

6. Debes comprar equipos o activos

La necesidad de comprar equipos nuevos, actualizar tecnología o adquirir activos importantes para tu negocio, como vehículos o maquinaria, puede requerir financiamiento adicional.

Estos gastos de capital pueden ser esenciales para mejorar la eficiencia operativa, aumentar la productividad y mantener la competitividad de tu negocio.

7. Cuando experimentas fluctuaciones estacionales en los ingresos

Si tu negocio experimenta fluctuaciones estacionales en los ingresos y enfrenta dificultades para cubrir los gastos durante los períodos más lentos, es posible que necesites financiación para mantener la estabilidad financiera.

Esto puede ayudar a suavizar los efectos de las temporadas bajas y garantizar que tu negocio tenga suficientes recursos para operar sin problemas durante todo el año.

5 preguntas que debes hacerte antes de solicitar financiación

Si has detectado alguno de estos síntomas y quieres asegurarte de que estás tomando la decisión acertada, puedes hacerte alguna de estas preguntas:

  1. ¿Cómo de urgente es tu necesidad?
  2. ¿Cuál es el riesgo que estás asumiendo?
  3. ¿En qué etapa se encuentra tu negocio?
  4. ¿Cómo encaja esta necesidad en tu plan de negocio?
  5. ¿Qué modelo de financiación me interesa más?

Estas preguntas te servirán para evaluar tu situación y, así, tomar la mejor decisión.

¿Conoces todas las fuentes de financiación para tu negocio?

En el mundo empresarial, la financiación juega un papel crucial en el éxito y crecimiento de cualquier empresa. Ya sea que estés iniciando un nuevo proyecto, expandiendo tu negocio actual o enfrentando dificultades financieras, contar con acceso a diversas fuentes de financiamiento es fundamental.

Es importante que conozcas todas las fuentes de financiación disponibles para tu negocio, porque sólo así podrás escoger aquellas que mejor se adaptan a tus necesidades financieras.

Las fuentes de financiación que debes de conocer, son las siguientes:

Fuentes de financiación tradicionales

Préstamos y créditos bancarios

Son sin duda una de las fuentes de financiación más conocidas por las empresas, por ser de las más tradicionales.

Aunque se suelen usar como sinónimos, en el crédito el importe se va disponiendo según las necesidades de la empresa, mientras que en el préstamo se obtiene todo el importe de la financiación a la concesión del mismo.

El pago de intereses es mayor al hacerse sobre el capital dispuesto, que en el caso del préstamo coincide con el capital total prestado.

Mientras que en el crédito se va poniendo a disposición de la empresa la financiación que necesita, sin superar el importe y plazo máximo fijado por la entidad financiera.

Sin embargo hay mucha diferencia entre unos préstamos o créditos, dependiendo de la entidad que preste los fondos. 

Subvenciones y Ayudas Gubernamentales

Muchos gobiernos ofrecen programas de subvenciones y ayudas destinados a apoyar el desarrollo económico y la innovación empresarial. Estas subvenciones pueden ser una valiosa fuente de financiamiento sin la necesidad de devolver los fondos o ceder participación accionaria.

Capital de Riesgo (Venture Capital) 

Las firmas de capital de riesgo invierten en empresas con alto potencial de crecimiento a cambio de una participación accionaria significativa. Esta forma de financiamiento es especialmente popular entre las startups tecnológicas y de alto crecimiento.

Sociedades de Garantía Recíproca (SGR)

Son sociedades que ofrecen garantías personales de aval o similar para operaciones como por ejemplo préstamos o créditos. En caso de fallido por impago del deudor principal es la SGR la que se hace cargo de abonar el préstamo o crédito.

Fuentes de financiación alternativa

En los últimos años, hemos presenciado un auge en la popularidad y disponibilidad de diversas formas de financiamiento alternativo, que han surgido como una respuesta a las limitaciones y restricciones asociadas con las fuentes de financiamiento tradicionales.

Estas alternativas ofrecen una serie de ventajas y oportunidades para las empresas que buscan capital para sus operaciones, expansión y desarrollo.

Business Angels

Son inversores particulares que además de aportar su dinero como financiación suelen aportar conocimientos, y que invierten en las primeras etapas de vida de empresas con alto potencial de crecimiento, normalmente de sectores tecnológicos. Es esa implicación en la gestión la que diferencia al business angel de otras fuentes de financiación

Factoring

Supone la cesión de la cartera de cobro a clientes, normalmente facturas, a una empresa especializada que se encarga de su cobro. Lo que supone reducir el plazo de cobro de las facturas, generando liquidez en aquellas empresas que no puedan soportar otras fuentes de financiación como las líneas de crédito. La cesión de facturas dependerá del criterio de la entidad de factoring.

Renting

Supone el arrendamiento de un bien por un plazo determinado, es decir que en vez de adquirir el bien se paga una renta periódica por su uso. Dentro de las fuentes de financiación el renting permite tener un servicio de mantenimiento, lo cual puede ser muy útil para externalizar ciertos servicios.

Además el renting implica menor inversión, adaptando los gastos a la cifra de negocio y necesidades de la empresa. Por eso se suele usar en bienes cuya renovación sea frecuente, por motivos de obsolescencia o depreciación.

Leasing

A diferencia del renting, el leasing es un tipo de arrendamiento en el cual al final de plazo de uso se puede optar a su compra ejerciendo una opción cuyo valor suele no ser superior al de una cuota de alquiler.

Anticipos a caja

Este mecanismo implica que una empresa obtenga efectivo mediante el adelanto de ingresos futuros esperados, a menudo provenientes de ventas o contratos pendientes. En lugar de esperar a que los ingresos se materialicen completamente, con los anticipos a caja la empresa puede obtener liquidez de inmediato, lo que le permite cubrir gastos operativos, invertir en proyectos o financiar otras necesidades.

Crowdfunding

Una de las formas más emocionantes y democratizadoras de financiamiento es el crowdfunding. A través de plataformas en línea, las empresas pueden presentar sus proyectos a una amplia audiencia y recibir contribuciones financieras de individuos interesados en apoyar su causa.

Esta forma de financiamiento no solo proporciona capital, sino que también puede servir como una herramienta poderosa para validar ideas, construir una base de clientes leales y generar publicidad positiva.

En conjunto, estas formas de financiación alternativa ofrecen a las empresas una variedad de opciones para obtener capital más allá de las fuentes de financiamiento tradicionales.

Al aprovechar estas oportunidades, las empresas pueden diversificar sus fuentes de financiamiento, mejorar su acceso al capital y obtener el apoyo necesario para alcanzar sus objetivos empresariales y de crecimiento a largo plazo.

La nueva regulación del crowdfunding en España

 

Uno de los sistemas que más se está poniendo en marcha para financiar proyectos empresariales es el crowdfunding. Generalmente se trata de captar muchas aportaciones de poco capital, de tal manera que en base a pequeñas cantidades se pueda lograr igualmente el objetivo.

Tipos de crowdfunding

Se distinguen dos grandes tipos: uno que no ofrece retorno económico a la aportación, ya que se lleva a cabo mediante donaciones o precompras, y el otro que ofrece una rentabilidad determinada asociada al éxito del proyecto.

En el primer caso podemos encontrar ejemplos muy claros no sólo en iniciativas empresariales, también en escritores o grupos musicales que captan dinero mediante preventas de sus obras para financiar la producción de las mismas y entregarlas a los “mecenas” una vez acabadas. A partir de ese momento se vende al resto del público. En otras ocasiones se recurre a la donación pura y dura, sin contraprestación material alguna.

En el segundo caso se ofrece una remuneración. Por las aportaciones realizadas la empresa ofrece un tipo de interés determinado o bien una participación en los beneficios que el proyecto obtenga. Se trata por tanto de una inversión, si bien en unas proporciones más pequeñas a las que habitualmente realizan los business angels o los fondos de capital riesgo que se especializan en la inversión empresarial.

La nueva regulación de estos sistemas

Recientemente el Gobierno ha aprobado una regulación del crowdfunding. Esta normativa afecta a las modalidades retribuidas, es decir a las que ofrecen una rentabilidad por la aportación.

En estos casos se limita la cantidad a obtener por los proyectos, que se fija en un millón de euros. Además los inversores particulares no podrán aportar más de 3.000 euros por proyecto ni tampoco aportar más de 6.000 euros anuales a proyectos gestionados por la misma plataforma de recaudación. La normativa además establece una serie de obligaciones a estas plataformas, que garanticen la transparencia en su gestión y ofrezcan seguridad a empresas e inversores.

Estas limitaciones no se aplicarían de la misma forma en el caso de los inversores profesionales (sean personas físicas o jurídicas). En este caso y siempre para aquellos con rentas superiores a 100.000 euros anuales no se tendrán en cuenta dichos límites en sus inversiones.

8 errores al buscar financiación para empresas

Tanto si eres una empresa existente como si eres un emprendedor, tienes que evitar cometer ciertos errores al solicitar financiación porque si la situación es ya difícil, imagínate si además cometes algún fallo que haga saltar todas las alarmas de tu banco o inversor. Los errores más habituales en financiación para empresas son:

1. No tener un buen plan de negocio: Cualquier prestamista o inversor quiere ver cómo vas a generar el suficiente efectivo como para devolver la financiación solicitada. Y aunque como emprendedor entiendo que la fe y el entusiasmo son fundamentales, un financiero sólo quiero ver balances y documentos que acrediten todo lo que dices.

2. No conocer el mercado: en una situación como la actual sólo un buen producto o servicio que se adapte a las necesidades del mercado y que sea superior a la competencia, podrá tener un éxito.

3. No tener suficiente experiencia: los financieros sabemos que más vale experiencia en un sector que mucha financiación o entusiasmo. Si tú y tu equipo tenéis experiencia en el negocio, será más fácil que puedas navegar por las aguas revueltas de la crisis. Por lo que serás más capaz de devolver el importe financiado.

4. Ser optimista en previsiones de ventas, resultados, y tesorería: este error es de los más graves a la hora de buscar financiación para empresas. Porque demuestra dos cosas: primero que no eres prudente a nivel financiero y segundo que no conoces ni el mercado.

5. No aportar contratos o precontratos con clientes: lo que quiere un financiero son datos y si ya tienes contratos que justifiquen cómo vas a devolver lo prestado, mejor que mejor. Ten en cuenta que es más fácil pedir financiación para empresas que están creciendo en clientes que para aquellas que pierden ventas y cuota de mercado.

6. No tener un buen equipo de profesionales: tu equipo tiene que tener experiencia y conocimiento del mercado pero, si además cuentas con un financiero de corte tradicional, mejor que mejor. Tu prestamista verá que hay una persona que “velará” por el buen uso de la financiación.

7. No aportar dinero propio: el argumento es muy sencillo, ¿si tu no apuestas por tu empresa por qué tendría que hacerlo otro?

8. Engañar para obtener la financiación: aunque pueda ser tentador de cara a tener más posibilidades, evítalo salvo que seas un “mago de las finanzas”. Los programas informáticos de los bancos realizan numerosos cálculos y cruces, por lo que es difícil que no detecten cualquier tipo de engaño. Además, al estudiar operaciones de financiación es habitual consultar registros para contrastar información aportada, como por ejemplo el RAI o el Registro Mercantil.