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¿Qué es el Cash Management y cómo ayuda a la salud financiera de tu empresa?

No se trata de contar el dinero disponible, sino de implementar un sistema que permita tomar decisiones financieras.

¿Qué es el Cash Management y cómo ayuda a la salud financiera de tu empresa?
Marta Merino

En este articulo verás:

El Cash Management se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para la gestión financiera eficiente en el entorno empresarial actual. Esta disciplina ha evolucionado desde un simple control de saldos bancarios hasta convertirse en un enfoque estratégico integral para la optimización de los recursos financieros empresariales.

En esencia, el Cash Management se define como el conjunto de técnicas, estrategias y procesos implementados para gestionar de forma óptima los flujos de efectivo de una empresa, con el objetivo de maximizar la rentabilidad de los excedentes de tesorería, garantizar la liquidez necesaria para las operaciones diarias y minimizar los costes financieros asociados.

No se trata simplemente de contar el dinero disponible, sino de implementar un sistema integral que permita tomar decisiones financieras informadas y estratégicas para la salud económica de la organización.

La importancia del Cash Management no puede subestimarse en el panorama empresarial actual. En un entorno económico caracterizado por la volatilidad de los mercados, la incertidumbre global y los márgenes cada vez más ajustados, una gestión eficiente del efectivo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un negocio.

De hecho, numerosos estudios demuestran que una proporción significativa de empresas que cierran sus puertas lo hacen no por falta de rentabilidad, sino por problemas de liquidez derivados de una gestión deficiente de sus recursos financieros.

Historia y evolución del Cash Management

Para comprender la relevancia actual del Cash Management, es fundamental conocer sus orígenes y evolución a lo largo del tiempo. Esta disciplina nació en Estados Unidos durante la década de 1950, como respuesta a la necesidad creciente de las grandes corporaciones de gestionar eficientemente sus recursos financieros en un contexto de expansión económica tras la Segunda Guerra Mundial.

En sus inicios, el Cash Management se limitaba principalmente a funciones básicas como la gestión de cobros y pagos, con un enfoque muy operativo y administrativo. Sin embargo, a medida que las empresas crecían y se internacionalizaban, surgió la necesidad de desarrollar técnicas más sofisticadas para la gestión del efectivo y la liquidez.

En nuestro país, el Cash Management comenzó a cobrar relevancia durante la década de 1980, coincidiendo con un período de alta inflación y profundas transformaciones en el sistema financiero. Los tipos de interés elevados de aquella época hacían que cualquier saldo ocioso en las cuentas bancarias representara un coste de oportunidad significativo, lo que impulsó a las empresas a buscar formas más eficientes de gestionar su tesorería.

La década de 1990 marcó un punto de inflexión con la llegada de las primeras soluciones tecnológicas específicas para la gestión de tesorería. Los sistemas informáticos permitieron automatizar procesos, mejorar la precisión de las previsiones y facilitar la toma de decisiones financieras. Esta evolución tecnológica sentó las bases para el Cash Management moderno, caracterizado por su enfoque estratégico y su integración con otras áreas de la gestión financiera empresarial.

Con la llegada del nuevo milenio y la revolución digital, el Cash Management ha experimentado una transformación radical. La banca electrónica, las plataformas de gestión financiera en la nube y, más recientemente, la aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis predictivo, han elevado esta disciplina a un nuevo nivel de sofisticación y eficiencia.

Características principales del Cash Management moderno

El Cash Management actual se caracteriza por una serie de elementos que lo convierten en una herramienta indispensable para la gestión financiera empresarial. A continuación, analizamos en profundidad estas características fundamentales:

Visibilidad total y control en tiempo real

Una de las características más destacadas del Cash Management moderno es la capacidad de proporcionar visibilidad completa sobre la posición financiera de la empresa en tiempo real. Los sistemas actuales permiten monitorizar constantemente los saldos bancarios, los flujos de entrada y salida de efectivo, y las proyecciones de tesorería, facilitando así la toma de decisiones ágiles y fundamentadas.

Esta visibilidad total resulta especialmente valiosa en un entorno global, donde las empresas operan con múltiples cuentas bancarias, en diferentes divisas y zonas horarias. La capacidad de consolidar toda esta información en tiempo real supone una ventaja competitiva significativa y reduce considerablemente los riesgos asociados a la gestión de la liquidez.

Optimización de flujos de caja

El Cash Management moderno va mucho más allá del simple registro de entradas y salidas de efectivo. Se centra en la optimización de los flujos de caja mediante la implementación de políticas eficientes de cobro y pago, la negociación de condiciones favorables con proveedores y clientes, y la identificación de oportunidades para acelerar las entradas y retrasar las salidas de efectivo sin perjudicar las relaciones comerciales.

Esta optimización requiere un análisis detallado del ciclo de conversión de efectivo de la empresa, que comprende el período desde que se paga a los proveedores hasta que se cobra de los clientes. Reducir este ciclo libera capital circulante y mejora la rentabilidad global del negocio.

Maximización de la rentabilidad de excedentes

Otra característica fundamental del Cash Management es la búsqueda constante de la máxima rentabilidad para los excedentes de tesorería. Los fondos ociosos representan un coste de oportunidad para la empresa, por lo que una gestión eficiente debe incluir estrategias para su inversión a corto plazo, siempre manteniendo un equilibrio adecuado entre rentabilidad, riesgo y liquidez.

Las opciones para la colocación de excedentes son diversas y deben seleccionarse en función de las necesidades específicas de cada empresa: desde depósitos bancarios tradicionales hasta productos más sofisticados como pagarés de empresa, fondos de inversión monetarios o inversiones directas en activos financieros de bajo riesgo.

Gestión integrada de riesgos financieros

El Cash Management moderno incorpora una dimensión crucial: la gestión proactiva de los riesgos financieros asociados a la tesorería. Esto incluye riesgos de liquidez, de tipo de interés, de tipo de cambio y de contraparte, entre otros.

Las técnicas de gestión de riesgos han evolucionado considerablemente en las últimas décadas, y hoy incluyen desde la diversificación de entidades financieras hasta el uso de instrumentos derivados para la cobertura de riesgos específicos.

La crisis financiera de 2008 puso de manifiesto la importancia de esta dimensión del Cash Management, llevando a muchas empresas a reforzar sus políticas y procedimientos en este ámbito.

Automatización y digitalización

La tecnología ha transformado radicalmente el Cash Management, permitiendo la automatización de procesos que anteriormente requerían intervención manual. La conciliación bancaria automática, los sistemas de pago electrónico, la facturación digital y las plataformas de firma electrónica son solo algunos ejemplos de cómo la digitalización ha revolucionado esta disciplina.

Esta automatización no solo aumenta la eficiencia operativa, sino que también reduce significativamente los errores humanos y libera tiempo valioso para que los responsables financieros puedan centrarse en tareas de mayor valor añadido, como el análisis estratégico y la planificación financiera.

Funciones principales del Cash Management

El Cash Management abarca una amplia gama de funciones que, trabajando de forma coordinada, permiten optimizar la gestión financiera de la empresa. A continuación, analizamos en detalle las funciones más relevantes:

Gestión de cobros

Una gestión eficiente de los cobros es fundamental para garantizar que la empresa disponga de los recursos necesarios para su operativa diaria. Esto implica diseñar e implementar procesos ágiles que faciliten y aceleren el cobro a clientes, reduciendo los plazos y minimizando la morosidad.

Entre las estrategias más efectivas para la gestión de cobros se encuentran la automatización de los procesos de facturación, la implementación de sistemas de recobro escalonados, la negociación de condiciones de pago favorables con los clientes y, en casos específicos, el uso de instrumentos como el factoring o el confirming para adelantar cobros o asegurar pagos.

Es importante destacar que una gestión de cobros eficiente debe equilibrar la necesidad de liquidez de la empresa con el mantenimiento de relaciones comerciales positivas con los clientes. La agresividad excesiva en los procesos de cobro puede deteriorar estas relaciones y, a largo plazo, resultar contraproducente para el negocio.

Gestión de pagos

La contrapartida de la gestión de cobros es, naturalmente, la gestión de pagos. Esta función busca optimizar los flujos de salida de efectivo, asegurando que los compromisos de pago se cumplan en tiempo y forma, pero aprovechando al máximo los plazos negociados con proveedores y acreedores.

Una gestión de pagos eficiente requiere establecer políticas claras que definan los procesos de autorización, los medios de pago preferentes y los calendarios de pago. Asimismo, es fundamental mantener una comunicación fluida con los proveedores y negociar condiciones que beneficien a ambas partes, como descuentos por pronto pago o ampliación de plazos cuando sea necesario.

La centralización de los pagos, especialmente en grupos empresariales con múltiples filiales, puede generar importantes eficiencias operativas y mejorar el poder de negociación con proveedores y entidades financieras.

Previsiones de tesorería

Las previsiones de tesorería constituyen una de las funciones más críticas del Cash Management, ya que permiten anticipar las necesidades y excedentes de liquidez, facilitando así la planificación financiera a corto y medio plazo.

Elaborar previsiones precisas requiere una combinación de análisis histórico, proyecciones basadas en la actividad comercial prevista y consideración de factores estacionales o extraordinarios que puedan afectar a los flujos de caja. Los sistemas de Cash Management modernos incorporan herramientas avanzadas de modelización y análisis estadístico que mejoran significativamente la precisión de estas previsiones.

Es importante distinguir entre previsiones a diferentes horizontes temporales: las previsiones diarias o semanales, enfocadas en garantizar la liquidez operativa inmediata; las previsiones mensuales o trimestrales, orientadas a la planificación táctica; y las previsiones anuales, que se integran con el proceso presupuestario global de la empresa.

Gestión de posiciones bancarias

La gestión eficiente de las posiciones bancarias es otra función esencial del Cash Management. Esto implica monitorizar constantemente los saldos en las diferentes cuentas bancarias de la empresa, optimizar su distribución para minimizar costes financieros y maximizar rendimientos, y gestionar adecuadamente las líneas de crédito disponibles.

En empresas con operativa internacional o estructuras complejas, esta función puede incluir técnicas como el cash pooling, que permite centralizar los saldos de múltiples cuentas para su gestión conjunta, generando importantes sinergias y reduciendo los costes financieros globales.

La conciliación bancaria regular es un componente crítico de esta función, asegurando que los registros contables de la empresa coincidan con los movimientos reflejados en las cuentas bancarias, y detectando rápidamente cualquier discrepancia o transacción no autorizada.

Negociación bancaria

Las relaciones con las entidades financieras representan un aspecto estratégico del Cash Management. Negociar condiciones favorables en términos de comisiones, tipos de interés, líneas de crédito y servicios financieros puede suponer un ahorro significativo y mejorar la flexibilidad financiera de la empresa.

Una negociación bancaria efectiva requiere un conocimiento profundo del mercado financiero, una comprensión clara de las necesidades específicas de la empresa y una capacidad para valorar adecuadamente las propuestas de las diferentes entidades. La centralización de esta función en un responsable o departamento especializado suele generar mejores resultados que una aproximación fragmentada.

Es recomendable revisar periódicamente las condiciones bancarias y mantener relaciones con varias entidades financieras para diversificar riesgos y mejorar el poder de negociación.

Herramientas tecnológicas para el Cash Management

La evolución tecnológica ha puesto a disposición de las empresas una amplia gama de herramientas que facilitan y optimizan la gestión de tesorería. A continuación, analizamos las principales soluciones tecnológicas para el Cash Management moderno:

Software especializado de tesorería

Los sistemas de gestión de tesorería (TMS, por sus siglas en inglés) constituyen la columna vertebral tecnológica del Cash Management moderno. Estas plataformas integran múltiples funcionalidades específicas para la gestión financiera: desde la consolidación de posiciones bancarias y la conciliación automática hasta la elaboración de previsiones de tesorería y la gestión de riesgos financieros.

El mercado ofrece soluciones adaptadas a diferentes tamaños y sectores empresariales, desde sistemas básicos para pymes hasta plataformas sofisticadas para grandes corporaciones multinacionales. La tendencia actual se orienta hacia soluciones en la nube (SaaS), que ofrecen mayor flexibilidad, actualizaciones continuas y menores costes de implementación y mantenimiento.

A la hora de seleccionar un software de tesorería, es fundamental evaluar aspectos como la integración con los sistemas contables y ERP de la empresa, las funcionalidades específicas requeridas, la escalabilidad, la seguridad y, por supuesto, la relación coste-beneficio.

Banca electrónica y sistemas de pago digitales

La banca electrónica ha revolucionado la operativa diaria del Cash Management, permitiendo realizar la mayoría de las operaciones bancarias de forma remota y automatizada. Las plataformas de banca online empresarial ofrecen funcionalidades avanzadas como la consulta en tiempo real de movimientos y saldos, la ejecución de transferencias nacionales e internacionales, la gestión de recibos domiciliados o la consulta de extractos históricos.

Paralelamente, los sistemas de pago digitales han experimentado un desarrollo exponencial en los últimos años, ofreciendo alternativas cada vez más eficientes a los medios de pago tradicionales. Desde las transferencias inmediatas hasta las soluciones de pago móvil, pasando por plataformas específicas para pagos B2B, estas innovaciones están transformando radicalmente la forma en que las empresas gestionan sus cobros y pagos.

La integración de estos sistemas con las plataformas de gestión interna de la empresa es un factor clave para maximizar su eficiencia y minimizar la necesidad de intervención manual.

Cash pooling y centralización de tesorería

El cash pooling es una técnica que permite centralizar los saldos de múltiples cuentas bancarias (a menudo de diferentes filiales o unidades de negocio) para su gestión conjunta. Esta centralización genera importantes beneficios: desde la optimización de los excedentes e insuficiencias de tesorería hasta la reducción de costes financieros y la mejora de la visibilidad global sobre la posición de liquidez del grupo.

Existen diferentes modalidades de cash pooling, desde el notional pooling (que no implica movimientos físicos de fondos, sino una compensación teórica de saldos) hasta el zero balancing (que transfiere físicamente los saldos a una cuenta centralizadora). La elección entre estas modalidades depende de diversos factores, incluyendo consideraciones fiscales, regulatorias y operativas.

Los sistemas tecnológicos modernos han simplificado enormemente la implementación y gestión del cash pooling, permitiendo configuraciones complejas que se adaptan a las necesidades específicas de cada grupo empresarial.

Inteligencia artificial y análisis predictivo

La aplicación de la inteligencia artificial y el análisis predictivo representa la frontera más avanzada del Cash Management actual. Estas tecnologías permiten analizar grandes volúmenes de datos históricos para identificar patrones y tendencias, mejorando significativamente la precisión de las previsiones de tesorería y facilitando la detección temprana de potenciales problemas o oportunidades.

Los algoritmos de machine learning pueden, por ejemplo, predecir el comportamiento de pago de los clientes con una precisión muy superior a los métodos tradicionales, o recomendar estrategias óptimas para la colocación de excedentes de tesorería en función de múltiples variables.

Aunque la adopción de estas tecnologías avanzadas está todavía en una fase relativamente temprana, su potencial transformador es innegable, y es previsible que en los próximos años se conviertan en un componente esencial del Cash Management en empresas de todos los tamaños.

Implementación de un sistema de Cash Management eficiente

La implementación de un sistema de Cash Management efectivo no es un proceso trivial, y requiere una aproximación metodológica y estructurada. A continuación, desglosamos las fases principales para una implementación exitosa:

Diagnóstico inicial

El primer paso para implementar o mejorar un sistema de Cash Management es realizar un diagnóstico exhaustivo de la situación actual. Esto implica analizar los procesos existentes de gestión de tesorería, identificar ineficiencias y cuellos de botella, evaluar las necesidades específicas de la empresa y establecer objetivos claros para el nuevo sistema.

Es fundamental involucrar en este diagnóstico a todos los departamentos y personas relacionados con la gestión financiera: desde el equipo de contabilidad y finanzas hasta los responsables de compras y ventas, pasando por los usuarios de los sistemas tecnológicos relevantes.

Un diagnóstico bien realizado debe incluir también un benchmarking con empresas del mismo sector o tamaño, para identificar mejores prácticas y establecer objetivos ambiciosos pero realistas.

Diseño del modelo y procesos

Una vez completado el diagnóstico, el siguiente paso es diseñar el modelo de Cash Management más adecuado para la empresa. Esto incluye definir la estructura organizativa (centralizada, descentralizada o híbrida), establecer los procesos y políticas que regularán la gestión de tesorería, y seleccionar las herramientas tecnológicas que darán soporte al sistema.

Es esencial que este diseño esté alineado con la estrategia general de la empresa y tenga en cuenta sus particularidades operativas, su cultura organizativa y sus restricciones específicas. Un modelo teóricamente perfecto pero no adaptado a la realidad de la empresa está condenado al fracaso.

En esta fase, es recomendable documentar detalladamente todos los procesos y políticas, estableciendo claramente los roles y responsabilidades de cada persona o departamento involucrado.

Selección e implementación tecnológica

La tecnología juega un papel crucial en el Cash Management moderno, por lo que la selección e implementación de las herramientas adecuadas es un factor crítico de éxito. Este proceso debe basarse en los requisitos específicos identificados en las fases anteriores, y considerar aspectos como la integración con los sistemas existentes, la escalabilidad, la facilidad de uso y, por supuesto, el coste total de propiedad.

La implementación tecnológica debe planificarse cuidadosamente, estableciendo un calendario realista que tenga en cuenta la curva de aprendizaje de los usuarios y los potenciales riesgos de transición. Es recomendable adoptar un enfoque gradual, implementando primero las funcionalidades más críticas y añadiendo progresivamente el resto.

La formación adecuada de todos los usuarios es un aspecto frecuentemente subestimado pero absolutamente crítico para el éxito de cualquier implementación tecnológica.

Monitorización y mejora continua

Un sistema de Cash Management no es estático, sino que debe evolucionar constantemente para adaptarse a los cambios en el entorno empresarial, la tecnología y las necesidades específicas de la organización. Por ello, es fundamental establecer mecanismos de monitorización que permitan evaluar continuamente la eficacia del sistema y identificar oportunidades de mejora.

Esta monitorización debe basarse en KPIs (Indicadores Clave de Rendimiento) claramente definidos, que podrían incluir métricas como el Days Sales Outstanding (DSO), el Days Payables Outstanding (DPO), el coste medio ponderado del capital (WACC), la desviación en las previsiones de tesorería o el rendimiento medio de los excedentes de liquidez.

Las mejoras identificadas deben implementarse siguiendo un ciclo continuo de planificación, ejecución, evaluación y ajuste, garantizando así que el sistema de Cash Management mantiene su eficacia y relevancia a lo largo del tiempo.

Beneficios de un Cash Management eficiente

La implementación de un sistema de Cash Management eficiente genera múltiples beneficios para la empresa, que van mucho más allá de la simple optimización de la tesorería. A continuación, analizamos los principales impactos positivos:

Mejora de la liquidez y reducción de costes financieros

El beneficio más directo y evidente de un Cash Management eficiente es la mejora de la posición de liquidez de la empresa. Al optimizar los flujos de entrada y salida de efectivo y gestionar adecuadamente las posiciones bancarias, se minimiza la necesidad de recurrir a financiación externa para cubrir desfases temporales de tesorería, reduciendo así los costes financieros asociados.

Estudios sectoriales indican que una gestión avanzada de tesorería puede reducir los costes financieros entre un 10% y un 20% anual, liberando recursos que pueden reinvertirse en el negocio o mejorar la rentabilidad global de la empresa.

Asimismo, la optimización de los excedentes de tesorería permite obtener rendimientos adicionales que, aunque modestos en el actual entorno de tipos de interés, pueden representar una contribución significativa al resultado financiero, especialmente en empresas con volúmenes importantes de liquidez.

Mayor previsibilidad y capacidad de planificación

Un sistema de Cash Management bien implementado proporciona una visibilidad mucho más clara sobre los flujos de efectivo futuros, mejorando significativamente la capacidad de planificación financiera de la empresa. Esta mayor previsibilidad permite anticipar necesidades de financiación o identificar oportunidades de inversión con suficiente antelación, facilitando la toma de decisiones estratégicas.

La capacidad de realizar previsiones precisas resulta especialmente valiosa en entornos volátiles o estacionales, donde los flujos de caja pueden experimentar variaciones significativas a lo largo del año. Un Cash Management eficiente permite gestionar estas fluctuaciones de forma proactiva, minimizando su impacto en la operativa del negocio.

Reducción de riesgos financieros

La gestión integrada de riesgos es una dimensión fundamental del Cash Management moderno, y su implementación adecuada contribuye significativamente a reducir la exposición de la empresa a diferentes tipos de riesgos financieros:

  • Riesgo de liquidez: Minimizando la probabilidad de no poder hacer frente a los compromisos de pago.
  • Riesgo de tipo de interés: Gestionando adecuadamente la estructura de activos y pasivos financieros.
  • Riesgo de tipo de cambio: Implementando estrategias de cobertura para operaciones en divisas.
  • Riesgo de contraparte: Diversificando entidades financieras y evaluando su solvencia.
  • Riesgo de fraude: Estableciendo controles y segregación de funciones adecuados.

Esta reducción de riesgos no solo aporta estabilidad financiera, sino que puede traducirse también en mejores calificaciones crediticias y condiciones más favorables en la financiación externa.

Mejora de la eficiencia operativa

La automatización y digitalización de los procesos de tesorería, componentes esenciales del Cash Management moderno, generan importantes eficiencias operativas. La reducción de tareas manuales, la eliminación de duplicidades y la minimización de errores permiten no solo reducir costes directos, sino también liberar tiempo valioso de los equipos financieros para que puedan centrarse en actividades de mayor valor añadido.

Estas eficiencias son especialmente relevantes en procesos como la conciliación bancaria, la gestión de cobros y pagos o la elaboración de informes financieros, que tradicionalmente han requerido una dedicación significativa de recursos humanos.

Apoyo a la estrategia de crecimiento

Un sistema de Cash Management eficiente proporciona el soporte financiero necesario para las estrategias de crecimiento de la empresa. La optimización de la liquidez y los costes financieros libera recursos que pueden destinarse a inversiones productivas, mientras que la mayor previsibilidad facilita la planificación de expansiones o nuevos proyectos.

Asimismo, la capacidad para gestionar eficientemente estructuras financieras cada vez más complejas resulta fundamental para apoyar el crecimiento orgánico o inorgánico de la empresa, especialmente cuando este implica la entrada en nuevos mercados o la incorporación de nuevas unidades de negocio.

Tendencias y futuro del Cash Management

El Cash Management, como disciplina en constante evolución, está siendo transformado por diversas tendencias tecnológicas, regulatorias y de mercado. A continuación, analizamos las principales tendencias que están configurando el futuro de esta disciplina:

Digitalización y automatización avanzada

La digitalización de los procesos financieros continuará acelerándose, con tecnologías como la Robotic Process Automation (RPA) y la Inteligencia Artificial transformando radicalmente las operaciones de tesorería. Estas tecnologías permiten automatizar no solo tareas repetitivas y de bajo valor añadido, sino también procesos cada vez más complejos que anteriormente requerían intervención humana cualificada.

La automatización avanzada se extenderá a áreas como la conciliación inteligente, las previsiones de tesorería basadas en algoritmos predictivos, la detección proactiva de fraudes o la optimización dinámica de las estrategias de inversión de excedentes.

APIs y open banking

La revolución del open banking, impulsada en Europa por la directiva PSD2, está abriendo nuevas posibilidades para el Cash Management. Las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) permiten una integración mucho más fluida y en tiempo real entre los sistemas internos de la empresa y las plataformas bancarias, eliminando barreras tradicionales y facilitando el desarrollo de soluciones financieras a medida.

Esta tendencia está dando lugar a un ecosistema financiero más abierto y dinámico, donde las entidades tradicionales conviven con fintechs especializadas que ofrecen soluciones innovadoras para aspectos específicos del Cash Management, como la agregación de posiciones bancarias, la optimización de cobros o la prevención de fraudes.

Blockchain y DLT en finanzas corporativas

La tecnología blockchain y otras soluciones basadas en registros distribuidos (DLT) están comenzando a aplicarse en diversos ámbitos de las finanzas corporativas, con implicaciones potencialmente disruptivas para el Cash Management. Aplicaciones como los pagos internacionales basados en blockchain, que reducen drásticamente los tiempos y costes de las transferencias, o los contratos inteligentes que automatizan condiciones de pago, representan solo la punta del iceberg de las posibilidades que estas tecnologías ofrecen.

A medio plazo, es previsible que estas soluciones maduren y se integren progresivamente en los sistemas de Cash Management, especialmente en áreas donde los procesos tradicionales presentan ineficiencias significativas, como los pagos internacionales o la financiación de la cadena de suministro.

Sostenibilidad y ESG en la gestión financiera

Los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) están ganando relevancia en todos los ámbitos de la gestión empresarial, y el Cash Management no es una excepción. Las empresas están incorporando cada vez más consideraciones de sostenibilidad en sus decisiones financieras, desde la selección de entidades bancarias con políticas medioambientales responsables hasta la inversión de excedentes en productos financieros sostenibles.

Esta tendencia se ve reforzada por la creciente presión regulatoria y social para una mayor transparencia y responsabilidad en las prácticas financieras, así como por la evidencia emergente de que las estrategias ESG pueden generar valor a largo plazo