
Solicitar o no solicitar financiación, esa es la cuestión. En determinados momentos de la vida de un negocio siempre se plantea esta pregunta. ¿Cómo saber si realmente es necesario pedir un crédito? Te compartimos las claves para responder a esta pregunta.
Si se dan alguna de estas situaciones, es muy probable que tu negocio necesite financiación. O que al menos sea la mejor solución en ese momento.
Cuando el efectivo brilla por su ausencia es que la empresa tiene un problema de liquidez. Esto se puede dar por diferentes motivos aunque los más habituales son estos dos:
Cuando un mes no tienes la certeza de que vayas a poder a hacer frente a sus deudas es que tus gastos superan a tus ingresos. Este desequilibrio puede traer grandes problemas a la empresa.
Quizás estás pendientes de ciertos pagos que te generarán nuevos ingresos; sin embargo, para poder continuar tu actividad, necesitas comprar materia prima.
Para llevar a tu negocio a un siguiente nivel es fundamental hacer una inversión de la que, a veces, no se dispone de manera inmediata. Ya sea para comprar material, aumentar la plantilla o abrir nuevas oficinas.
Cuando el impago de facturas es sistemático y se acumula en el tiempo la viabilidad del negocio puede verse en peligro. El crédito permite garantizar la continuidad de la actividad hasta que se cobren dichas facturas.
Si has detectado alguno de estos síntomas y quieres asegurarte de que estás tomando la decisión acertada, puedes hacerte alguna de estas preguntas:
Estas preguntas te servirán para evaluar tu situación y, así, tomar la mejor decisión.
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