
Cualquier profesional de las finanzas trabajar con un dashboard o cuadro de mando con los KPIs claves para el negocio. Así puede ver de un vistazo el estado general de la empresa y hacer recomendaciones en tiempo real.
KPI se corresponde con las siglas de Key Performance Indicator que significa, en castellano, Indicador Clave de Desempeño. Con este nombre, hacemos referencia a las métricas que se utilizan para evaluar las acciones que se llevan a cabo en un negocio y tomar mejores decisiones para cumplir los objetivos marcados.
Los KPI’s son importantes dentro de una empresa porque permiten:
Estos suelen presentarse en dashboards o cuadros de mando que presentan los principales datos para que los responsables puedan tener una imagen completa de un solo vistazo.
¿Cuáles debemos incluir?
Aquí tienes los 10 KPIs más importantes para tener siempre controladas las cuentas de tu negocio:
¿Cuál es el volumen de la cartera de clientes? ¿Esta aumenta o desciende? Llevar un control del número de personas que adquiere tus productos o servicios es clave para entender cómo evoluciona el negocio.
Otro dato muy interesante es el número unitario de productos o servicios que se venden en determinados períodos. Es especialmente útil para detectar épocas en las que el negocio sube o baja y así, por ejemplo, hacer una previsión de las materias primas que tendrás que adquirir para estar preparado, etc.
¿A cuánto ascienden las ventas de esta semana o del mes de enero? Este es otro de los KPIs claves para cualquier negocio.
Es importante saber la evolución de las ventas diarias, semanales, mensuales, trimestrales y anuales para poder compararlas con períodos anteriores.
Estos datos te darán, de nuevo, una pista de cómo está yendo el negocio y si, por ejemplo, las estrategias de marketing están funcionando.
El margen bruto de utilidad es un KPI que se utiliza para medir la salud financiera y la viabilidad del modelo de negocio de una compañía. Este revela la proporción de dinero que queda de los ingresos después de contabilizar el coste de la mercancía vendida.
Cuanto mayor sea el porcentaje obtenido tras la operación, significa que la compañía retiene más dinero que el que invierte en sus costes y obligaciones.
Se calcula de la siguiente manera:
Margen bruto de utilidad = (Coste de la mercancía vendida – Ingreso total) / Ingreso total.
El cash flow o flujo de caja hace referencia a la capacidad de una empresa de generar liquidez y hacer frente a los pagos que van surgiendo.
¿Por qué es un KPI importante? Porque mide la salud económica de la empresa y permite detectar a tiempo posibles problemas de caja que puedan derivar en el impago a proveedores.
Se calcula así:
Cash Flow: Beneficio Neto + Amortizaciones + Provisiones
Por lo tanto, una vez obtenido el beneficio neto habrá que sumarle las dotaciones de amortizaciones y provisiones para el período.
Si no quieres que el presupuesto anual se te vaya de las manos, tendrás que tener una visión clara de los gastos de la empresa.
Diferencia entre gastos fijos (alquiler, nóminas…) y gastos variables (reparaciones, consumos…).
El coste de ventas, como el nombre ya indica, son los gastos que supone producir los artículos o servicios que vende la empresa.
Este gasto tiene que ver, por ejemplo, con las materias primas, las nóminas del personal dedicado, los gastos de almacén, etc.
Este dato es clave para controlar que estos gastos no se disparan y perjudican a tu margen de beneficio.
¿Cuándo dinero ha ganado la empresa en un período determinado?
El resultado de ganancias se obtiene al restar los gastos derivados de la actividad a todos los ingresos obtenidos durante un período.
Se puede decir que la ganancia neta expresa el rendimiento del negocio en relación a la utilización de recursos.
Se suele medir de manera anual, pero siempre es recomendable llevar un control periódico.
El ROI es una de las métricas más importantes para evaluar si la inversión realizada está dando los frutos esperados.
El ROI, o retorno de la inversión, es el dato que nos permite saber si la empresa ganó o perdió el dinero invertido en el negocio.
Este es especialmente útil para saber qué iniciativas funcionan y cuáles no.
El cálculo es sencillo:
ROI = (Ganancia – Inversión) / Inversión
Veamos un ejemplo:
Imagina que la empresa ha ganado 100.000€ en el último año y la inversión inicial fue de 10.000€. Haciendo los cálculos que hemos comentado más arriba, el resultado sería 9. Es decir, el ROI fue de 9 veces la inversión inicial (un 900% de retorno).
La evolución del budget o presupuesto es otro KPI a tener en cuenta el dashboard de la empresa. Así, tendrás esta cifra siempre en mente para que no haya desviaciones.
¿Están todos estos KPI’s en tu dashboard? Herramientas de contabilidad como Anfix te ofrecen este tipo de información en un cuadro de mando que se actualiza en tiempo real.
Así, sin esfuerzo, podrás ver de un vistazo cómo evoluciona cada dato, tomar decisiones en tiempo real y hacer que el negocio crezca.
Puedes probar Anfix gratis durante 15 días y comprobar cómo te puede ayudar a llevar el control del negocio.
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