¿Qué son gastos suplidos?
Los suplidos son gastos que un profesional paga en nombre de su cliente.
Es decir, es un gasto que corresponde al cliente, pero que paga el profesional por agilizar trámites.
Podemos ver esto claro con un ejemplo:
Un abogado presenta una demanda en el juzgado en nombre de la persona a la que representa. Para ello tiene que pagar una tasa. Esa tasa se emite al nombre del que demanda, no del abogado. Le corresponde a él. Pero la paga el profesional que realiza el trámite.
Se trataría de un gasto suplido.
¿Cómo se justifican los gastos suplidos?
Los gastos suplidos se justifican con una factura a nombre de la persona a quién corresponden (no a nombre del que los paga).
Siguiendo el ejemplo anterior, el abogado deberá disponer de una factura a nombre de su cliente por el importe que ha pagado.
Cuando cobre al cliente sus servicios, pondrá el gasto suplido en su factura de forma separada al resto de conceptos. Debe identificarlo como suplido. Ese gasto se incluye por el total. No forma parte de la base imponible a efectos de impuestos.
Ejemplo:
El abogado cobra a su cliente 1.000 euros por sus servicios e incluye una tasa de 300 euros (total, con impuestos). Los 1.000 euros son la base imponible sujeta a IVA y retención. Los 300 euros van aparte. Se suman al final de todo para calcular la
cuantía final a cobrar.