Diccionario > Tangible

¿Qué es un tangible?

Definición del término 

El término tangible se refiere a todo aquello que puede ser percibido por los sentidos, especialmente el tacto. Es decir, un bien tangible es aquel que se puede tocar, ver o sentir físicamente. En el ámbito contable, financiero y legal, el concepto de tangible cobra una dimensión más técnica: hace referencia a aquellos activos físicos que posee una empresa o persona y que tienen un valor económico identificable. Se contrapone directamente al concepto de intangible, que agrupa bienes inmateriales como marcas, patentes o derechos.

Variantes del término

Aunque "tangible" como adjetivo mantiene su significado central en distintas áreas, su interpretación puede variar ligeramente según el contexto: 1. En contabilidad: Se utiliza principalmente para distinguir los activos físicos de los intangibles en los estados financieros. 2. En derecho: Puede aplicarse para describir pruebas o evidencias físicas dentro de un proceso judicial. 3. En lenguaje común: Se usa para referirse a cualquier cosa real, concreta y perceptible, en contraposición a lo abstracto o teórico.

El concepto de tangible en contabilidad y finanzas

En contabilidad, el término "tangible" está íntimamente ligado a los activos fijos o activos no corrientes. Son aquellos bienes materiales que una empresa utiliza para su funcionamiento habitual y que no están destinados a la venta inmediata. Ejemplos típicos incluyen: - Edificios - Maquinaria - Vehículos - Mobiliario - Equipos informáticos Estos activos se registran en el balance de situación y, debido a su naturaleza duradera, suelen amortizarse a lo largo del tiempo.

¿Por qué es importante identificar un bien como tangible?

Distinguir entre un activo tangible e intangible no es solo una cuestión de clasificación, sino que tiene repercusiones fiscales, contables y estratégicas. Algunas de las razones clave incluyen: - Amortización contable: Los activos tangibles suelen amortizarse de forma distinta a los intangibles, afectando así al resultado contable y fiscal de la empresa. - Valor de garantía: Los bienes tangibles son más fáciles de utilizar como garantía ante una entidad financiera. - Transparencia financiera: Una correcta clasificación permite una mejor lectura del balance por parte de inversores, socios o auditores.

Diferencias entre activo tangible e intangible

Una de las confusiones más comunes es diferenciar correctamente entre un activo tangible y uno intangible. Aquí te explico de forma clara cómo distinguirlos: Activo tangible: - Tiene una forma física - Se puede ver y tocar - Ejemplos: terreno, coche, ordenador Activo intangible: - No tiene forma física - Representa un valor basado en derechos o propiedad intelectual - Ejemplos: licencia de software, marca registrada, fondo de comercio

Aspectos legales y fiscales del tangible

Desde el punto de vista legal y fiscal, los bienes tangibles están sujetos a distintas normativas que regulan su adquisición, amortización, deterioro y transmisión.

Tratamiento fiscal

En el Impuesto sobre Sociedades y el IRPF, los activos tangibles generan una amortización fiscal deducible, es decir, una reducción del beneficio imponible basada en la depreciación del bien con el paso del tiempo. Esta amortización está sujeta a unos coeficientes máximos establecidos por Hacienda, según el tipo de activo. Por ejemplo, un ordenador puede amortizarse en 4 años, mientras que un edificio puede necesitar 30 o más. Elegir la vida útil adecuada es fundamental tanto para no tener problemas fiscales como para reflejar fielmente la realidad económica de la empresa.

Subvenciones y deducciones

Algunas adquisiciones de activos tangibles, como maquinaria para procesos sostenibles o vehículos eléctricos, pueden estar sujetas a subvenciones públicas o deducciones fiscales específicas. Esto hace que su compra no solo tenga sentido operativo, sino también fiscal.

Ejemplos prácticos del uso de "tangible"

Para que entiendas mejor cómo se aplica este término en el día a día, aquí van algunos ejemplos:

Ejemplo 1: Compra de maquinaria

Una empresa de producción adquiere una nueva línea de montaje. Este bien es un activo tangible que se contabiliza en el inmovilizado material y se amortiza durante 10 años. Además, puede deducirse fiscalmente como gasto anual de amortización.

Ejemplo 2: Valoración patrimonial

Un emprendedor quiere vender su negocio. Entre los elementos que incrementan su valor están los activos tangibles (mobiliario, local, ordenadores), pero también los intangibles (marca, reputación online). Ambos se valoran, pero los tangibles ofrecen una referencia más clara y objetiva.

Ejemplo 3: Préstamo bancario

Un autónomo solicita un préstamo. El banco le pide garantías. El coche que utiliza para trabajar puede servir como garantía tangible, mientras que una marca registrada no es aceptada con la misma facilidad.

Errores comunes y dudas frecuentes

¿Todos los activos tangibles son amortizables?

No. Solo aquellos que pierden valor con el tiempo por uso, desgaste o envejecimiento. Un terreno, por ejemplo, es tangible pero no se amortiza, ya que no pierde valor de forma previsible.

¿Un producto en stock se considera tangible?

Sí, pero no se clasifica como inmovilizado, sino como existencia o activo corriente. Es decir, es un bien tangible pero con otra función en la empresa: ser vendido en el corto plazo.

¿El dinero en efectivo es un activo tangible?

Aunque se puede tocar, contablemente se clasifica como activo financiero. Lo mismo ocurre con las acciones, bonos o participaciones: no son activos tangibles a efectos contables.

¿Cómo afecta lo tangible a la toma de decisiones?

En la gestión empresarial, conocer qué activos son tangibles es clave para: - Tomar decisiones de inversión (¿merece la pena comprar este bien?) - Estimar correctamente la capacidad productiva - Mejorar la presentación financiera de cara a inversores - Planificar la amortización fiscal y su impacto en los impuestos Además, en entornos donde se buscan financiaciones, fusiones o ventas, los activos tangibles suelen ser más valorados, al ofrecer una base más estable y fácilmente verificable.

Lo tangible en la era digital

Aunque la economía actual gira cada vez más en torno a los activos intangibles (marcas, software, bases de datos), los tangibles siguen siendo la base operativa de muchas empresas. Incluso una startup tecnológica necesita ordenadores, servidores o un espacio físico, aunque sea mínimo. Y en sectores como la industria, el transporte o la logística, lo tangible representa la mayor parte del valor contable y operativo. Conocer el significado de "tangible" no es solo una cuestión terminológica. Te ayuda a gestionar mejor tus recursos, optimizar tu fiscalidad, presentar con claridad tus cuentas y tomar decisiones empresariales con más criterio. Ya sea que tengas un pequeño negocio, trabajes como autónomo o gestiones una empresa más grande, los bienes tangibles estarán en tu día a día: desde el coche que usas para trabajar hasta la impresora de tu oficina. Saber cómo se clasifican, valoran y amortizan es una ventaja competitiva real. Y recuerda: lo tangible es lo que puedes tocar... pero también lo que puede tocar tu bolsillo si no lo gestionas bien.
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