Al redactar el plan de negocio muchos emprendedores se pierden entre los diferentes apartados o, en el peor de los casos, convierten el plan de negocio en una mala novela.
Hay más cantidad de hojas que ideas y contenidos de calidad. Por eso es fundamental no caer en la burocracia ni en la "parálisis del análisis" porque, al fin y al cabo, emprender entraña un riesgo. Por muchos planes de negocio que hagamos, o la dimensión de los mismos, siempre habrá un mayor o menor riesgo que hay que asumir, sin embargo sí que hay que tener en cuenta unas preguntas claves a la hora de crear un negocio y que muchas veces se pasan por alto. Por ejemplo, primer paso: para tener un negocio hay que tener un cliente, así de simple.
Para evitar los errores anteriores puedes hacerte de manera seria y reflexiva las siguientes preguntas, independientemente de si ya has realizado el plan de negocio:
- ¿Cuál es tu experiencia previa y la de los otros promotores? Recuerda que la ilusión no sirve y que no existen las ideas millonarias que se venden por ellas mismas. La clave siempre es el equipo y sus habilidades, experiencia, y conocimientos.
- ¿Dónde piensas ubicar el negocio? Te en cuenta que un negocio físico puede tener límites que un negocio digital jamás tendrá. Ten en cuenta también los posibles costes de las diferentes ubicaciones, en especial cuando hablamos de locales o trabajadores.
- ¿Tienes clara la estructura económico - financiera? Es decir, cuáles son tus fuentes de ingresos y de gastos, así como la estructura financiera (relación entre fondos propios y ajenos).
- ¿Cómo vas a organizar a los recursos humanos? Tanto si son externos como internos, una buena organización permitirá sacar el máximo rendimiento de equipo.
- ¿Podrías describir en pocas palabras lo que vendes? Sea un producto o un servicio es fundamental que cubra una necesidad o solucione un problema del cliente potencial.
- ¿Cuál es tu principal diferencia respecto de la competencia? Una respuesta clave para poder hacerte un hueco en el mercado al que te vas a dirigir, lo que implica definir e identificar cuál será tu competencia actual y potencial, en especial si las barreras de entrada a tu mercado son bajas y la rentabilidad es alta.
Respondidas estas preguntas, escoge un programa de gestión y facturación y simplifica labor empresarial.
