Crear una marca no es algo fácil pero sí es muy importante porque puede ser una fuente de ventas para cualquier empresa.
Normalmente en el sector de productos y servicios a empresas (conocido por B2B) no se cuida mucho la creación de marca con respecto a lo que ocurre con actividades orientadas al consumidor final. Sin embargo, una marca siempre ayuda a diferenciar nuestra oferta de la competencia, por lo que ayuda a vender más. Para ello no sólo es importante cuidar cosas como la documentación externa, por ejemplo en facturas y presupuestos, también es importante tener un teléfono fijo, una web moderna, y una cuenta de correo corporativo en vez de una gratuita. Eso sí, lo verdaderamente fundamental al crear una marca que venda es cuidar los aspectos visibles:
- Saber escoger bien el nombre siendo importante que suenen bien y sean fáciles de recordar, teniendo en cuenta siempre las características del cliente al que nos dirigimos.
- El logotipo, es una de las partes más visibles de la imagen de marca por lo que debe de ser acorde a la filosofía y valores del negocio.
- Los colores usados en el logotipo pero también en otros elementos visibles como vehículos, soportes publicitarios, producto, uniformes, etc.
Parte del futuro del negocio depende de lo que hemos venido hablando hasta ahora. Hace falta tener un plan y dedicar tiempo y recursos a ese trabajo, y la recompensa acabará llegando en forma de ventas. Y es que, en un mercado tan competitivo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, tener un buen producto o servicio ya no es suficiente, hace falta una marca sólida de reconocido prestigio. Será una barrera de entrada para la competencia que llega a través del comercio electrónico, método que empezó con los productos de consumo masivo y que poco a poco va entrando en sectores destinados a empresas.
Por otro lado, construir una marca es mucho más que tener un logo y un nombre bonitos, es tener un buen producto o servicio, saber comunicar, y sobre todo dar un buen servicio. Una marca es una promesa para el cliente, unas expectativas que hacen que nos compre a nosotros en lugar de hacerlo a la competencia. Y para ello hay que cuidar cada "momento de la verdad", es decir, aquellas situaciones o contactos con el cliente que sirven para cumplir con la promesa de la marca y superar las expectativas iniciales porque, la venta se basa en la confianza del cliente en una marca, por ejemplo Apple, y en el caso del sector B2B hace falta mayor confianza por la importancia que tiene una mala elección de proveedor.
Por eso, para poder crear una marca que realmente ayude a la venta, hay que cumplir estos principios:
- Determinar y comunicar su promesa en base a los valores de marca.
- Tener una visión empresarial clara, y situar al cliente en el centro de la misma.
- Diseñar los productos y servicios que los clientes esperan de la marca o aquellos acordes a las expectativas.
- Cuidar la experiencia de marca del cliente, tanto por procesos, productos o servicios, como por las personas.
