

Ser un “hombre orquesta” puede ser algo positivo al emprender porque así ahorrarás gastos y podrás conocer mejor tu negocio, pero a la larga es una mala solución.
El emprendedor orquesta es lo opuesto a un multiemprendedor. El primero hace todo él solo, mientras que el segundo sólo hace unas cosas y delega todo lo demás en su equipo. Hoy en día existen muchas herramientas tecnológicas y apps que pueden facilitarte mucho la vida como emprendedor. Con el mercado actual cada vez más competitivo no tenemos tiempo para aprender todo lo que necesitamos saber y los mercados están saturados de productos y servicios que buscan captar la atención y la confianza del cliente potencial.
Sólo formar un buen equipo y recurrir a profesionales puede ser la llave para el éxito, pero para ello tienes que abandonar la mentalidad de hombre orquesta. Porque un pequeño negocio quizás pueda ser llevado por una sola empresa, pero a nada que quiera crecer, tanto en el mundo físico como online, necesitará más personas y más conocimientos que deberán de ser gestionados con inteligencia y profesionalidad, lo que además implica grandes dosis de liderazgo por parte del emprendedor.
Los emprendedores que siguen con la actitud de hombre orquesta, queriendo hacer todas las tareas en su negocio, acaban con problemas como los siguientes:
Desperdicio de tiempo, esfuerzo y dinero tratando de averiguar la forma de hacer cosas que ya están estudiadas, analizadas y a veces hasta superadas gracias a la innovación y las nuevas tecnologías.
Enfermedades derivadas del estrés y la adicción al trabajo por tener siempre cosas que hacer al ser un hombre orquesta.
Incrementar de forma exponencial los errores y la posibilidad de tomar decisiones equivocadas, que provocan más desperdicio de tiempo, esfuerzo y dinero.
Precisamente esa actitud de hombre orquesta es la que provoca que las tasas de mortalidad sean tan altas entre las pequeñas empresas y los emprendedores. Estos últimos además suelen caer en el error de enamorarse de su idea y pensar que sólo con eso ya tienen el éxito garantizado. Hoy en día la solución a casi todos los problemas se encuentra en forma de conocimientos, muchos de ellos disponibles gratuitamente en Internet. A veces, como yo mismo he experimentado, basta con comprar un simple libro para encontrar las respuestas a las preguntas que tanto nos habían obsesionado.
Ser un hombre orquesta al emprender es como querer inventar desde cero un automóvil: supone un sobre esfuerzo innecesario y está condenado al fracaso.
“No se vive el tiempo suficiente para aprender todo lo que se necesita para poder partir de cero. Para tener éxito es absolutamente necesario encontrar a las personas que ya han pagado el precio de aprender las cosas necesarias para lograr nuestros objetivos.”