En cualquier empresa es vital tener algo muy claro: hay que evitar al "mal cliente" (y captar los buenos, claro).
Aunque parezca mentira no todos son válidos, sólo los rentables. El mercado es muy grande y hay muchos clientes potenciales, pero a veces perdemos el tiempo con un mal cliente. Muchas empresas gastan mucho tiempo y dinero en captar clientes pero dedican muy poco tiempo a analizar cuáles son los más rentables. Y todas las empresas pueden tener un mal cliente, o incluso varios, que generan pérdidas o reducen el tiempo de dedicación para los mejores. Eso sí, normalmente siempre es más barato mantener clientes que captar nuevos.
A pesar de que los ingresos durante la vida media del mal cliente superen costes de captación y fidelización, es mejor dejar marchar a un mal cliente, incluso en situaciones de crisis económica o cuando el sector crece muy poco o decrece. Así que antes de pensar en quitar clientes a la competencia, piensa en si vas a introducir a alguno malo que luego tendrás que despedir. Dicho todo esto, aquí tienes unos pasos que puedes seguir antes de tener que despedir a un mal cliente:
Eva Fernández
Periodista con más de 10 años de experiencia en marketing digital y, en especial, en la generación de contenidos para marcas de diferentes sectores. De la mano de Anfix y con mi propia experiencia emprendiendo como freelance, he aprendido mucho en los últimos años sobre gestión del negocio, finanzas y productividad.