

Saber rentabilizar un local puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso en muchos negocios a pie de calle, como por ejemplo la tienda de un autónomo. Tener un local bien ubicado y con un escaparate que sepa captar la atención es una herramienta clave de promoción, pero también una gran fuente de gastos.
Es importante saber rentabilizar un local antes incluso de abrir el negocio. Y es que muchos negocios se ubican mal por alquilar un local más barato o alquilan más metros de los necesarios sólo porque “les salía más barato que otro más pequeño”. A la larga esa decisión puede ser una fuente muy importante de gastos.
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Lo primero de todo es saber qué equipamiento necesitas, de cara a saber cuál será la inversión necesaria y así poder rentabilizar un local. En el caso más habitual de un comercio, y tras decidir un diseño, la inversión a realizar se destinaría a:
Una vez que tenemos claro cuál es el total de nuestra inversión, ya podemos hacer cálculos. La rentabilidad se mide como el beneficio obtenido respecto de la inversión realizada, por lo que se suele calcular en términos de porcentaje. Debes de tener en cuenta cuál es el beneficio que puedes obtener con diferentes tipos de negocios y compararlo con la inversión necesaria para acondicionar el local. Por ejemplo, si encuentras un buen local, puedes plantearte varias alternativas:
Según lo anterior, y sin hacer cálculos, sería más interesante la tienda de ropa: es más rentable porque el margen de beneficio es mayor con una inversión menor. El problema del beneficio es que es difícil de calcular con precisión, a diferencia de la inversión que se puede calcular con bastante exactitud tras consultar precios y solicitar presupuestos. Por eso te recomendamos que calcules cuál sería el punto muerto que puedes obtener en el mismo. Para ello tienes que calcular:
Una vez que tenemos las dos variables anteriores, basta con dividir los costes fijos entre el margen de beneficio unitario para saber cuál sería el número de unidades que tenemos que vender para cubrir los gastos fijos. Si las unidades a vender de manera mensual o semanal (dependiendo de la magnitud temporal de los costes fijos) son razonables, entonces podremos usar ese importe para calcular el beneficio. En caso contrario será mejor buscar un local que genere menos costes fijos.